Nuestra mayor grandeza
Nuestra mayor grandeza
En medio de una sociedad donde se valora la apariencia, bienes o reputación; como hijos de Dios podemos ser influenciados para determinar nuestro valor por lo que tenemos; pero realmente, ¿qué es lo importante delante de Dios?
El mejor ejemplo es Jesús, quien por amor se dio a nosotros; y nos abrió una puerta de eterna gracia a través de su sacrificio. Dejó su comodidad para seguir el plan divino, y aunque implicaba dolor, lo soportó por amor.
Hoy en día Dios está buscando hombres y mujeres que estén dispuestos a entregar su vida por completo, que, así como los discípulos siguieron a Jesús, así lo hagamos nosotros. Y será en esa relación estrecha donde seremos moldeados y preparados para lo que Dios quiera hacer en nosotros y a través de nosotros.
El apóstol de Pablo en la carta a los filipenses les habla claramente su convicción sobre lo que era para él importante, lo cita de la siguiente manera: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo” (Filipenses 3:7-8 RVR1960)
El grado de rendición a Dios dependerá de nuestra decisión personal y no de lo que pueda decir la gente, será algo íntimo entre Dios y nosotros. Dios podrá ver nuestras intenciones, motivaciones y anhelos; y sabrá todo lo que ha en nuestro interior.
El día de ayer conocí a dos chicas misioneras, cuando me platicaron sobre sus vidas me sentí impactada y desafiada, son jóvenes que han decidido poner a Jesús en primer lugar antes de su comodidad, quienes tienen a sus familiares lejos, pero persisten en cumplir el llamado de Dios y ser halladas fieles delante Él.
De igual manera Dios nos está invitando a vivir una vida entera para Él, y entender que su plan y propósito son más grandes que nos nuestros; que sus procesos y maneras son mejores, simplemente nos llama a seguir su voluntad.
Hoy Dios nos desafía a caminar en esas aguas de lo desconocido donde dependeremos de Él en todo y nos preparará una mesa donde tomaremos lo importante: SU VOLUNTAD.
Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.
Jeremías 9:23-24 RVR1960
Escrito por Gloria Guajardo García
Para www.destellodesugloria.org