Cuando nos graduamos viene el palacio
Cuando nos graduamos viene el palacio
John Maxwell dice: “el carisma te lleva a la cima pero el carácter te mantiene allí”. José tuvo que pasar por un proceso para ser formado (13 años) porque si los sueños son más grandes que el soñador, el sueño lo aplasta; por eso a Dios le importa que formemos nuestro carácter. Pasamos por diferentes lugares antes de llegar a alcanzar nuestro sueño; José pasó por el pozo, la casa de Potifar y la cárcel, hasta que llegó al palacio. ¡Vale la pena pelear por tu sueño!
Trabaja por tu sueño
Estando en la cárcel José le interpreta el sueño a dos presos: al panadero y el copero. El copero le cuenta: “la copa de Faraón estaba en mi mano, y tomaba yo las uvas y las exprimía en la copa de Faraón, y daba yo la copa en mano de Faraón”. A éste José le dijo: “en tres días te levantarán”. El otro soñó con tres canastas, y le dijo: “en 3 días te matarán”. El primero trabajó en su sueño; vemos que repite “la copa” en tres oportunidades: “la copa estaba en mi mano”, “exprimía las uvas en la copa” y “ponía la copa en mano de faraón”. José vio la reiteración y vio también las acciones: “tomó, exprimió y puso”, eso le dio la certeza que el copero volvería a su puesto con el Faraón.
Porque la fórmula de Dios es: trabajo= promoción. El segundo no hizo nada, por eso no fue promovido. Todo lo que hizo José durante su vida fue trabajar. Él trabajó en la casa, en la cárcel y en el palacio. Faraón lo usó como ministro; porque hay bendición de promoción para el que trabaja.
Faraón también soñó: “vacas gordas y flacas”: representan abundancia y pobreza. Ambas estaban juntas; los brujos no podían entender como la pobreza y la riqueza podían estar juntos. Cuando lo llamaron a José para que interprete el sueño él dijo: “No soy yo, es Dios que está en el asunto”.
Trabajar por tu sueño te energiza, si no te deprimes, porque hay un ADN espiritual, Dios te dice: “quiero que te levantes y trabajes”. Anuncia que Faraón te va a promover.
El trigo es símbolo de la Palabra de Dios
José cuando le habló del trigo le dijo: “junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el trigo para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo. José le dijo al faraón que ahorrara un quinto de la producción: “guarda el 20% y come el 80% del trigo”.
El trigo es símbolo de la Palabra de Dios, José le quiso decir a Faraón lo siguiente: “Faraón tienes que hacer como hice yo, guardé una palabra en mi corazón y otra la apliqué. Yo no voy a tener vacas flacas en mi vida, porque ¡la Palabra siempre me va a dar de comer!”
Los hermanos llegaron a José para pedirle comida. Ellos no lo reconocieron pero José sí. ¿Qué significa esto? ¡Tu familia no te reconocerá de tantas bendiciones que Dios te dará!
La alabanza te despierta y te quita la amargura del corazón
A José se le viene todo el pasado otra vez y les dice: “ustedes son espías”; José los mandó tres días presos. Y luego les mandó a que trajesen a Benjamín porque pensó: “Si a mí me quisieron matar, a mi hermanito seguro que también, o quizás ya lo mataron”. José quería recuperar a su hermano (por eso le hizo poner la copa de plata en el costal de trigo) pero Dios quería restaurar a toda la familia.
Cuando uno de sus hermanos le dijo: “si no volvemos con nuestro hermano nuestro padre se morirá de tristeza, porque ya perdió a otro hijo”. Ahí José despertó, se le abrieron los ojos del espíritu; después de trece años se encontró con los que lo habían tirado al pozo y ¡los abrazó a todos!
El hermano que habló con José fue Judá que significa: “alabanza”; esto lo hizo despertar a José. Cuando alabas a Dios, ¡Dios te despierta, te saca el odio! para poder perdonar y reconciliarte con los que te tiraron en el pozo.
Jesús le dijo a Satanás “al Señor tu Dios adorarás”, cuando alabas, Satanás se tiene que ir. Lo que estaba dividido se vuelve a unir, lo quebrado se reconstruye, lo enfermo se sana. José dijo: “ustedes pensaron mal contra mí pero Dios lo cambió para bien”.
José le dio a Benjamín 300 monedas de plata, cada esclavo se compraba con 30 monedas, y José le dio 300, porque con esa cantidad estaba libertando a todos sus hermanos, ahí estaba perdonando a los otros 10, con este símbolo perdonó lo que le hicieron. Dios te dará “300 monedas” para que liberes a todos los que te han lastimado.
También tuvo dos hijos, Manasés “el Señor me hizo olvidar” y Efraín “el Señor me hizo prosperar”. Porque si primero no olvidas y perdonas, no llegas a la cima y te caes por el otro lado.
“Cuando José soñó, primero soñó con las gavillas y luego con las estrellas. Fue “de menos a más”. Por el contrario, cuando Faraón soñó, primero soñó con las vacas gordas y luego con las vacas flacas, es decir, fue “de más a menos”. Los “faraones”, es decir, la gente que no tiene a Dios en su corazón, siempre va “de más a menos”; pero los hijos de Dios somos como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto”.
Autora: Silvia Truffa
Escrito para www.destellodesugloria.org