Madre

Mujer de pasos lentos y andar pausado
Aflora de tu vientre la belleza de un rostro inmaculado

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Mujer que a tu paz y sosiego invitas
Cuando brotan de tus ojos el tierno abrazo de Dios.

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Mujer que palideces y te redondeas de amor
El huerto de los días palpitan en tu interior.

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Mujer de dulce andar y ternura habitada
Tu alma se purifica de raíces nacaradas

–

Madre que tonificas de miel tus venas
Cuando en su caudal emana sangre nueva

–

Y si tus ojos de cielo azul se tiñe
Y en tu mirar un rayo de sol persiste,

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Y si tus manos de algodones se viste,
Y tu voz de seda con el terciopelo compite.

–

Y si la música de tus silencios el espíritu alimenta,
“Bendita eres por Dios”,
Porque a la vida de un nuevo ser presentas.

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Autora: Alicia Barrios

Publicada en www.poetascristianos.com