Estamos juntos pero Dios nos ve por separado

ESTAMOS JUNTOS PERO DIOS NOS VE POR SEPARADO

decido ser feliz«Las personas son tan hermosas como las puestas de sol, si se les permite que lo sean. En realidad, puede que la razón por la que apreciamos verdaderamente una puesta de sol, es porque no podemos controlarla. Cuando admiro una puesta de sol, como lo hacía el otro día, no se me ocurre decir: Un poco menos naranja en el rincón de la derecha, más violeta en la base y mayor intensidad en el rosado de la nube. No lo hago. No intento controlar al fenómeno. Lo observo con admiración cuando se manifiesta».

Las personas somos como las puestas de sol, todas diferentes.

Cuando lees la Biblia en el libro de “Números” en el capítulo 7.12-83 (71 versículos), vas a ver que distintos grupos se acercaban a Dios para dedicarle sus ofrendas, y cada uno traía la misma cantidad de ofrendas y las mismas cosas, sin embargo está relatado el de cada tribu en particular, aunque era exactamente lo mismo lo que le traían a Jehová. ¿Por qué, si en los versículos 84-88 resume todo lo que dieron? ¿Para qué entonces la aclaración?

Porque cada uno daba de lo suyo propio, porque somos únicos para Dios.

Para eso están las genealogías, es importante saber de dónde viniste y quién te trajo al mundo, porque no va a haber dos huellas digitales iguales.

Por ejemplo, había dos hermanos, uno se llamaba Caín que era agricultor, y su hermano se llamaba Abel y era pastor de ovejas. Ambos presentaron sus ofrendas a Dios, pero de Abel se dice: “Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín”.

¿Qué significa la excelencia?

Excelencia no es hacer las cosas mejor que otros; excelencia es que te superes cada día, es que seas la mejor versión de ti mismo.

ABEL: significa “soplo”: gracias a ese nombre entendió que la vida es corta; que es un soplo y que hay que saber utilizar bien el tiempo, porque vale más que el oro, “pues el oro va y viene, el tiempo solo va”. Eso te va a empujar a dar siempre lo mejor. Cuando entendemos que la vida es un soplo daremos lo mejor. Abel portaba un nombre profético la vida es como el agua, como la flor, es como una carpa; se monta y se desmonta.

Caín no pudo soportar que la ofrenda de su hermano fuera más excelente que la suya, entonces por envidia un día mató a su hermano; y por haber hecho esto, Caín fue errante en la tierra, nunca echó raíces en ningún lado, a su hijo le puso Enoc y edificó una ciudad, era como que deseaba que su hijo tuviera algo fijo que él nunca había tenido (imaginémonos, tener amigos por un tiempito nada más, un lugar para vivir y tener que salir pronto y siempre así, un trabajo y tener que dejarlo pronto, así vivió Caín sin poder echar raíces en ningún lado).

 La envidia en su origen significa: “mirar con malos ojos”. En otras palabras el envidioso no ve bien. Nace de la sensación o de la creencia de que nunca voy a tener lo que el otro posee. Como dijera alguna vez Napoleón Bonaparte: “la envidia es una declaración de inferioridad”. Dios le había dicho a Caín: “¿por qué tienes esa cara, si  haces las cosas bien, no te voy a felicitar?”.

Si hacemos las cosas bien, sin compararnos con nadie, vamos a tener bendiciones, “Dios nos va a levantar el rostro”.

¿Por qué hay gente que no es tan feliz? Porque la felicidad disminuye cada vez que nos comparamos. Por ejemplo: supongamos que un amigo se compra un pasaje de quinientos dólares para hacer un viaje de placer. En realidad el pasaje sale mil quinientos dólares, pero él lo consiguió por quinientos. ¿Mi amigo es feliz o no es feliz? ¡Es muy feliz! porque el pasaje salía mil quinientos dólares y él lo compró por mucho menos dinero. Supongamos que en el avión, mi amigo se sienta al lado de una señora y ella le dice: “¿A que no sabe a cuánto conseguí mi pasaje?”, “¡A cien dólares!”. Ahora, mi amigo ¿es feliz? No. No es feliz porque se comparó.

Se descubrió que la gente más feliz no es la que tiene más cosas, sino la que tiene más experiencias, más recuerdos. Tú puedes tener muchas cosas materiales, pero eso te dura un tiempo y luego se desgasta. En cambio, un buen recuerdo te acompaña toda la vida.

Por eso Dios te dice: “No te dije que tienes que alcanzar un 10, para verte perfecto y exitoso;  porque no es la nota que te saques lo que te dará la verdadera felicidad, sino el esfuerzo que hayas puesto para rendir lo mejor de ti. Si lo haces bien te ahorrarás tiempo. La ofrenda de Abel fue excelente, porque la hizo bien de entrada, el hermano en cambio, la tuvo que volver a preparar.

Por eso tienes que hacer todo bien: adorar bien, servir bien, dormir bien, comer bien, trabajar bien. Porque Dios te dice: “Si haces las cosas bien, ¿no serás enaltecido?”. Ser portador de una buena actitud y una destacada excelencia te hará alcanzar y subir siempre un escalón más, en todo lo que hagas. Excelencia es ir por más, si estás mal busca mejorar y si estás bien busca estar mejor.

Autora: Silvia Truffa

Escrito para www.destellodesugloria.org

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