Reflexión: Mucho mejor que el diamante

Un Destellito En Las Manos de Dios

mina de diamanteLa historia que les voy a contar, expresa Destellito, trata de un hombre muy rico llamado Alí y que vivía en la India. Cierto día fue visitado por un vendedor quién extensamente le habló de los diamantes, una piedra preciosa de mucho valor. Alí, a pesar que no tenía necesidad de más riqueza, vendió su hacienda, y todo lo que tenía, dejó a su esposa e hijos al cuidado de un hermano y se fue en busca de diamantes. Pasó un tiempo, y Alí, completamente apesadumbrado por no tener éxito, se suicidó en España.

El amigo de Alí, que había comprado la hacienda, supo explotarla y aprovechar de buena manera los recursos, y en verdad le iba muy bien. De vez en cuando recordaba a Alí preguntándose si había encontrado diamantes. Cierto día, el vendedor que había hablado con Alí sobre las piedras, visitó como lo hacía habitualmente al nuevo dueño, y reparó en una piedra que estaba sobre una repisa, sorprendido le dijo al hacendado, —¿Cómo no me dijo que Alí había regresado?, —¡Por supuesto que no ha regresado!, contestó. —Entonces, ¿Qué me dice de ese diamante que está sobre la repisa?, dijo el vendedor incorporándose para tomarlo. —¡Ah!, se refiere a esa piedra, la encontré en el lecho del río que pasa por mi propiedad, pero eso no es un diamante, contestó. —Por supuesto que es un diamante, ¡yo sé de lo que hablo!, ¡muéstreme donde lo encontró!.

Así fue como se encontraron las minas de diamante de Golconda, transformándose en una de las minas de diamantes más valiosas y productivas de la historia. Los diamantes que forman parte de las joyas reales de Inglaterra, y de la Rusia zarista, proceden de allí, dijo Destellito.

Mucho Mejor Que El Diamante

Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. Proverbios 31: 10

Alí, actuó insensatamente, porque movido por la codicia abandonó todos sus bienes y a su familia por ir tras un sueño, lo tenía todo y quedó sin nada. Quizás lo más grave es que nunca supo que los diamantes estaban en su propia hacienda y que lo hubieran hecho inmensamente rico.

Hay alguien, que de encontrarse, resultaría ser de tal valor, que la Sagrada Escritura dice que superaría con creces el precio de los diamantes. Se trata de la mujer. Una que es buena, honesta, prudente, integra, o sana, dentro de otras virtudes, si es tal, se le valorará, y se le apreciará, o se le amará mucho. Da a entender el escritor inspirado que para hallarla debe haber una búsqueda, y muchos problemas se evitarían, si los hombres buscan pareja de acuerdo a la voluntad de Dios. El hijo de Dios no debe prescindir del Señor en su afán de casarse o formar una familia, en una decisión tan importante, que afectará la vida para siempre, se precisa el consejo sabio y siempre oportuno de la Palabra de Dios, o sea, la Biblia. Relacionarse con una mujer que reúna las condiciones dadas, sin duda es comparable a un hermoso diamante o a cualquier piedra preciosa, señala Destellito.

Por Oscar Olivares Dondero

Escrito para: www.destellodesugloria.org

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