Desaparecidos

Un Destellito en las manos de Dios

Everett roessUna de las experiencias más dolorosas que puede afectar a los hombres es cuando uno de los suyos se ha perdido, la ansiedad, desesperación, y la angustia por hallarlo, se dejan caer sin misericordia sobre aquél que lo ha vivido. Hay personas que han debido sufrir el extravío de un anciano o de un niño. El descanso vuelve cuando el perdido es hallado, sólo las personas que han pasado por una experiencia como la descrita, comprenden la situación, señala Destellito.

Everett Rues, un joven artista y aventurero, que nació el 28 de marzo de 1914, se dedicó a la exploración de los desiertos del sudeste de Estados Unidos. Su padre era un predicador, que lo hizo no tener residencia fija. Desde muy pequeño, Everett se sintió atraído por el arte, por ejemplo, grababa sobre madera, modelaba el barro, y también dibujaba, dijo Destellito.

Durante los años 1931 y 1934, se dedicó a viajar a caballo o en mula, por Arizona, Nuevo México, Utah y Colorado. En una carta fechada el 11 de Noviembre de 1934, expresaba lo siguiente: Prefiero una silla de montar antes que un tranvía, el cielo estrellado antes que un techo, la senda oscura y difícil que conduce a lo desconocido antes que una carretera de asfalto”. El único rastro que dejó de su existencia, fue el corral que había levantado para sus animales, al interior de un cañón. Nunca más se le volvió a ver, y hasta hoy está desaparecido,   su ausencia es todo un misterio, dejando a su familia en la más completa incertidumbre, señaló Destellito, al tiempo que abría su Biblia:

Desaparecidos

Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 1a de Tesalonicenses 4: 14-17.

No es posible imaginar la desazón que se apoderó de la familia de Everett. Quizás varios de aquellos familiares murieron sin saber de él, y los que quedan, limitados a contar historias de su existencia. Ni siquiera sabemos si hay de él alguna fotografía, dijo Destellito. Habrá un día, el que será el más largo de todos para el mundo, en que millones de familias en todo el globo terráqueo, desesperadamente buscarán al familiar desaparecido y NO LO HALLARÁN. Aquél día, la Tierra será conmovida, y no habrá corazón que no se angustie, angustiados como el corazón de los egipcios, cuando murieron todos los primogénitos de ellos. Todo alrededor de los hombres y las mujeres hoy, indica que ese día está muy pero muy cerca, y Destellito les hace un llamado a acercarse al Señor, la Gracia, todavía benévola, puede alcanzar a los que le buscan, y también a aquellos que, indecisos, postergan disfrutar de la bondad y el amor del Señor Jesús.

Autor: Oscar Olivares Dondero

Escrito para: www.destellodesugloria.org

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