¡Qué involucrar cuando servimos a Dios y a su obra!

¡QUÉ INVOLUCRAR CUANDO SERVIMOS A DIOS Y A SU OBRA!

ÉXODO 3: 12

INTRODUCCIÓN: Estudiaremos este tema de bendición a la luz de la Palabra de Dios, tomando como ejemplo a Moisés y al pueblo de Israel. Veamos a continuación dos cosas fundamentales e importantes que debían involucrar en el servicio a Dios.

1. LA FAMILIA (ÉXODO 10: 7- 9a).

A. MOISÉS ENTENDIÓ ESTA GRAN VERDAD DESDE EL PRINCIPIO DE SU LLAMADO DIVINO A LIBERAR AL PUEBLO DE ISRAEL (ÉXODO 4: 18 – 20).

Cuando Moisés decidió volver a sus hermanos en Egipto, aceptando así el llamado y la comisión divina de sacar a Israel de Egipto (al principio no quería), lo primero que hizo fue tomar a su esposa (Séfora / Éxodo 2: 21, 22) e hijos (Gerson y Eliecer / Éxodo 2: 21, 22; 18: 3, 4), ponerlos en un asno para regresar a Egipto y la vara de Dios en su mano; el símbolo de la autoridad y poder (Éxodo 4: 20). Sin embargo; probablemente Moisés había enviado en algún momento a su mujer y a sus hijos de regreso a casa de Jetro su suegro para que estuvieran protegidos durante la crisis de las plagas egipcias. Pero tiempo después que ya todo estaba normalizado, las plagas habían pasado e Israel ya había salido de Egipto; la familia nuevamente se une a Moisés en el monte de Dios o monte Horeb (Éxodo 3: 1) en el desierto (Éxodo 18: 1- 12 (vr. 6): la familia es necesaria y es de mucha ayuda espiritual, moral, ministerial y en otras áreas de la vida.

B. FARAÓN TRATÓ DE IMPEDIRLO CON SU PROPUESTA DE SALIR DE EGIPTO A SERVIRLE A DIOS SIN LOS NIÑOS O SIN LA FAMILA (ÉXODO 10: 7 – 11).

Su intención era dejar ir solamente a los varones (hombres) mayores de 20 años y quedarse con las mujeres y los niños como rehenes porque sospechaba alguna conspiración por parte de Moisés y Aarón. También para obligarlos así a volver a Egipto. La propuesta del rey Faraón (tipo de Satanás) contradecía las costumbres religiosas de los hebreos y hasta las de los egipcios: en ambas culturas todo el pueblo debía participaba del culto.

C. FARAÓN NO LOGRÓ SU PROPÓSITO PORQUE ESE DÍA TAMBIÉN SALIERON LOS NIÑOS E HIJOS DE EGIPTO A SERVIRLE TAMBIÉN A DIOS EN EL DESIERTO (ÉXODO 12: 37; 17: 3).

Más adelante en la novena plaga (tinieblas), Faraón habla de dejar ir a los niños (Éxodo 10: 24). De hecho el día que salieron de Egipto también lo hicieron los “NIÑOS” (Éxodo 12. 37). Entre hombres (como 600. 000 / Éxodo 12: 37; Número 11: 21); aunque en sí la cifra exacta de los varones mayores de 20 años era de 603. 550 hombres / Éxodo 38: 26; Números 1: 46), más las mujeres y los “NIÑOS” salieron en el éxodo aproximadamente más de dos millones de personas.

REFLEXIÓN: No permitamos que el Faraón de hoy también nos prive de servirle Dios, hacer su obra y el trabajo encomendado sin nuestra familia. Recuerde las palabras del gran Josué en su discurso de despedida ante el pueblo: “Pero yo y mi casa serviremos a Jehová” (Josué 24: 15c). La palabra “servir (hb. Abad) que significa trabajar y laborar para algo o para alguien y dedicarse exclusivamente a Dios. ” Esta palabra se usa en este capitulo 24 “siete” veces en dos versículos (vr. 14, 15) y se vuelve a repetir otras “siete” veces más en los versículos 16, 18-24 del mismo capitulo 24 del libro de Josué. Número divino que representa perfección y plenitud. En el versículo 31 vuelve a mencionarse la palabra servicio con relación a Israel que sirvió todo el tiempo de Josué. Otros personajes bíblicos también entendieron esta gran e importante verdad (servicio cristiano a Dios con la familia): Elcana el esposo de Ana (1 Samuel 1: 2-5, 21), Cornelio (Hechos 10: 1, 22, 24, 33, 48), Felipe el evangelista: siete hijas profetas (Hechos 21: 8, 9). ¡Vamos a servirle a Dios y a su obra con nuestra familia!

Con respecto a nuestros niños e hijos es importante resaltar y recordar que ellos son primero el presente y como también el futuro de la iglesia, de Colombia y de nuestros pueblos y seguirán nuestras pisadas y ministerios. Son los evangelistas, los profetas, los maestros de la palabra, los pastores, los misioneros, los líderes, los ministros, salmistas y adoradores del mañana. Son la herencia que Jehová nos ha dado (Salmos 127: 3-5), para el Señor son importantes (Mateo 19: 13-15; Marcos 10: 13-16; Lucas18: 15-17) y los puso como ejemplo para entrar en el reino de los cielos (Mateo 18: 1-5). Satanás lo sabe (Jehová lo reprenda) perfectamente que nuestros niños e hijos tienen un gran potencial por delante, que les espera un futuro glorioso y poderoso tanto espiritual, ministerial como profesional y por eso trata y ha hecho y hace lo posible para que no sea así (Éxodo 1: 15-23; 2: 1- 10; Hechos 7: 18-22; Mateo 2: 13-23).

En resumen recordemos que uno de los propósitos divinos del éxodo era precisamente el servicio a Dios (3: 12; 4: 21-23), con la familia (Éxodo 10: 9; 12: 37; 17: 3). El gran Josué lo entendió así por eso cuando se despidió del pueblo que lideró (la generación que nació en el desierto), con un llamado, compromiso e invitación a servir a Jehová su Dios y así lo hicieron (Josué 24: 14-16, 18-22, 24, 31; Jueces 2: 7).

2. LO QUE TENEMOS (ÉXODO 10: 8, 9b).

A. MOISÉS ENTENDIÓ ESTA GRAN VERDAD PERFECTAMENTE (ÉXODO 10: 9a, 24 – 26)

Él sabía que debían servir a Dios después que salieran de Egipto con lo que tenían, con lo que habían conseguido en Egipto gracias a Dios, con lo que Dios había puesto en sus manos, con las bendiciones divinas y con las manos llenas: vacas, ovejas, plata, oro, vestidos y mucho más (Génesis 15: 13, 14; Éxodo 3: 21, 22; 11: 2, 3; 12: 32, 34, 35, 38, 39; Salmos 105: 37). Todas estas cosas servirían para el servicio (Éxodo 3: 12), el sacrificio (Éxodo 3: 18), las fiestas (Éxodo 5: 1) que a Dios le ofrecerían en el desierto.

B. FARAÓN TRATÓ DE IMPEDIRLO CON SU PROPUESTA DE SALIR DE EGIPTO A SERVIR A DIOS CON LAS MANOS VACIAS (ÉXODO 10: 24-26).

Su propuesta ahora era que sólo dejasen el ganado en prenda que volverían otra vez a Egipto. Esta intención del Faraón (tipo de Satanás) implicaba que el pueblo de Israel saliera de Egipto y sirviera a Dios con las manos vacías, sin nada, sin bienes, sin vacas, sin ovejas. Esto estaba contradiciendo lo que ya Dios había hablado y prometido Abraham y a Moisés: saldrían con grandes riquezas y mucho más (Génesis 15: 13, 14; Éxodo 3: 21, 22; 11: 2, 3) y así sucedió (Éxodo 12: 31, 32, 34-38; Salmos 135: 7). Moisés estaba decidido a no aceptar esta condición del Faraón y da una razón obvia y excelente para llevarse con ellos el ganado: servirle a Dios con ello. Ni una pesuña dejaría en Egipto, ni a Faraón, ni a los egipcios (Éxodo 10: 25-26). ¡AMEN QUE SÍ!

C. FARAÓN NO LOGRÓ SU PROPOSITO PORQUE ESE DÍA TAMBIÉN SALIERON CON TODO SU GANADO, CON GRANDES RIQUEZAS Y MUCHO MÁS PARA SERVIRLE A DIOS EN EL DESIERTO (ÉXODO 12: 32, 35, 36, 38; 17: 3; SALMOS 105: 37).

De hecho Dios ya lo había dicho a su siervo Abraham aún mucho antes que Israel fuera constituida como nación (Génesis 15: 13, 14), a Moisés el día que lo llamó y le encomendó la misión de sacar a Israel de Egipto (Éxodo 3: 21, 22). Antes de enviar la última plaga: la muerte de los primogénitos (Éxodo 11: 2, 3). Hasta el Salmista del capitulo 105: 37 lo confirmó: Dios los sacó con plata y oro. En cuanto al despojo de los egipcios (Génesis 12: 35, 36), estos no eran prestamos sino dones; un pago de la deuda de generaciones de trabajos forzados que habían labrado la grandeza de Egipto. Dios mismo había mandado al pueblo que exigiera estos dones (Éxodo 3: 21, 22; 11:2,3). Los egipcios lo dieron de buena voluntad pues temían al Dios de Moisés (Éxodo 12: 33; Salmos 105: 38). Esto humilló aún más al Faraón y a sus dioses que se suponía velaban por los egipcios. De esta manera gran parte de las riquezas de Egipto pasó a manos de Israel y una parte se empleo incluso en la construcción del Tabernáculo.

REFLEXIÓN: No dejemos que el Faraón de hoy nos prive de servirle a Dios y hacer su obra con las manos llenas, con lo que tenemos, con lo que nos ha dado. Con lo que hemos conseguido gracias a Él (Dios) y ha puesto en nuestras manos. ¿Estamos dispuestos a poner e involucrar lo que tenemos en la obra de Dios como lo hacían en los tiempos bíblicos como por ejemplo Josué, David, la iglesia primitiva? (Josué 6: 19; 1 Crónicas 29: 2-17; 32-37; Hechos 4: 32-37).

¿Para qué Dios nos ha bendecido? ¿Para qué Dios nos dado el “poder” de hacer las riquezas? (Deuteronomio 8: 11-18). “Poder” del hb. “Koach”: vigor, fuerza, capacidad, poder, riqueza, medios o sustentos. Generalmente la palabra significa capacidad o habilidad física, mental o espiritual. Aquí Moisés le informa a Israel que es Dios quien les da la capacidad, el poder, los medios, la perseverancia, la habilidad para obtener riquezas, porque las bendiciones materiales se incluyen en las promesas a los patriarcas y a sus descendientes. Advierte al pueblo en el versículo 17 que no considere la capacidad para el éxito como un talento innato, sino que reconozca humildemente que se trata de un don divino.

Decimos: “Yo PA´ LAS QUE SEA en el servicio a Dios y a su obra” ¿y lo que tenemos? ¿Y lo que Dios nos ha dado? ¿Y nuestros bienes? ¿Estamos dispuestos ha involucrarlos en la obra del Señor? Por ejemplo cuando la casa se necesite para una célula familiar, el vehículo sea necesario para trasladar el sonido, la silletería de la iglesia para un evento al aire libre, el dinero para terminar algunas instalaciones de la iglesia u otras actividades ¿Estaríamos disponibles y diríamos heme aquí? Lo que hemos conseguido gracias a nuestro Dios se necesita para el expandimiento del reino y para Dios llevar a cabo sus propósitos aquí en la tierra a través de su pueblo (la iglesia).

Muchas veces decimos: “Dios no necesita de lo MÍO” ¿Será verdad? ¡Descúbralo usted mismo! (1 Reyes 17: 8-16; 2 Reyes 4: 8-11; Mateo 21: 1-11; Marcos 11: 1-11; 14: 12-16; Lucas 5: 1-11; 19: 30-35; Juan 6: 5-14; 12: 12-19). Lo que usted menos cree Dios lo puede usar, utilizar para llevar a cabo y cumplir sus propósitos en la tierra: usó una asna para hablarle al profeta gentil Balaam y para evitar que maldijera al pueblo de Israel (Números 22: 22-40), unos cuervos para sustentar a su siervo el profeta Elías en medio de la gran sequía que había en la época (1 Reyes 17: 1-7), una viuda pobre y necesitada que tenía la última ración de comida y después echarse a morir con su hijo para también alimentar y hospedar a su siervo Elías (1 Reyes 17: 8-16), la barca de Simón pedro sirvió como pulpito para predicar la Palabra de Dios junto al mar de Galilea a la gran multitud (Lucas 5: 1-11). El pollino nuevo y joven (Lucas 19: 30-35) un animal que se podía escoger par un uso ordinario, pobre, especial y en este caso para cumplirse la profecía de Zacarías (9: 9). Como también para proclamar de forma pública que Él (Jesús) era el hijo escogido de David que ocuparía el trono (1 Reyes 1: 33, 34). También para mostrar su estado de humillación y porque venía en son de paz, no de guerra. Por eso no entró a Jerusalén por ejemplo en un caballo como lo hacían los nobles y los guerreros. Hasta lo necio, lo necio débil, lo vil (lo bajo, lo menospreciado) y lo que no es (lo insignificante, lo que no tiene importancia a los ojos del mundo) del mundo; Dios lo escogió para avergonzar lo fuerte (1 corintios 1: 26-31). Hasta el enemigo Dios lo puede utilizar (Proverbios 13: 22; 16: 7; Lucas 10: 30-37). Igualmente es importante resaltar que Dios uso lo destacado y sobresaliente para también llevar acabo sus propósitos en el mundo: la sunamita; una mujer importante de Sunem, de clase, de estrato y acomodada económicamente (2 Reyes 4: 1-11). Al rey de Persia Ciro para que su Pueblo regresara a su tierra y reconstruyeran el templo (Esdras 1: 11; 2: 1-70), entre otros.

CONCLUSIÓN: Después de haber estudiado Esta Palabra detenidamente ¿Estamos dispuestos a involucrar a nuestra familia y lo que tenemos en el servicio a Dios y a su obra? ¡Es el deseo de Dios y debe ser también el de nosotros! AMEN QUE SÍ!

Autor: PrediCantor Garys Leandro

Preparado original y especialmente para: www.destellodesugloria.org

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