Vive con valores y serás valioso

VIVE CON VALORES Y SERAS VALIOSO

No sea así entre ustedes. Al contrario, el mayor debe comportarse como menor, y el que manda como el que sirve. Porque, ¿quién es más importante, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No lo es el que está sentado a la mesa? Sin embargo, yo estoy entre ustedes como uno que sirve.

Lucas 22.26-27

Hablar de los valores morales es hablar de un tema muy extenso y que desafortunadamente hoy día han desaparecido en la sociedad actual. Se ha perdido el amor por el prójimo, o la ayuda al más necesitado; hoy día podemos ver como una persona de la llamada “tercera edad” intenta cruzar una acera muy transitada y nadie o muy pocos se compadecen de ella para auxiliarla, o personas que han sufrido un accidente o un asalto y nadie se atreve a socorrerlos. Es triste ver como nuestra sociedad se ha ido degradando de manera alarmante, y lejos de existir un cambio para mejorar vemos que nos llenamos de desamor o de indiferencia. Lamentable muy lamentable y no hacemos nada como sociedad para remediar tal situación.

Existen personas  que ven con indiferencia o humillan a sus semejantes por el simple hecho de tener una posición privilegiada, un talento o  bien, tienen un grado de preparación escolar mayor; este tipo de gentes  actúan con prepotencia, soberbia y orgullo. Sin embargo, en los hijos de Dios no pueda darse tal situación ya que la enseñanza que nosotros tenemos nos obliga a ser humildes y serviciales, sin ver credos, colores, razas o posiciones sociales; para nosotros lo que debe importar únicamente es ser útiles en los momentos en que se nos solicite o necesite, demostrando de esta manera que la enseñanza que nuestro Padre Celestial nos dejó a través de su hijo se cumpla.

Cristo Jesús se vio obligado a decir a sus discípulos, que buscaban la supremacía, el primer puesto, el lugar de honor:

<<Como ustedes saben, entre los paganos los jefes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y los grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás; y el que entre ustedes quiera ser el primero deberá ser su esclavo. Porque, del mismo modo, el Hijo del Hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por una multitud>>

Hoy día, la posición, la influencia, la riqueza, la educación, son usados para el engrandecimiento propio, para dominar a los demás. Las clases dominantes son las que piensan, deciden y gobiernan. Mientras que las clases humildes son las que obedecen y sirven.

Pero Cristo vino a establecer un nuevo reino bajo principios diferentes: Llamó a los seres humanos, no a ejercer autoridad, sino a servir; así es mi amado hermano, a ti que lees estas sencillas líneas, te estoy invitando a que cambies tu manera de percibir la vida, a que bajes de tu nubecita que te está mareando, a que quebrantes tu “YO”, que lo quites de tu vocabulario, a que seas más humilde de corazón y de acción y entonces verás como tu entorno será transformado; le encontrarás sentido a todas las cosas, desde las más insignificantes hasta los portentos de maravillas que nuestro Padre Eterno ha creado.

La felicidad y el honor son los tesoros más buscados por todos los seres humanos, y muchos no logran encontrarlos. Pero tú ¡¡SI!! Puedes encontrarlos llevando una vida de servicio a los demás. Procura alcanzar el éxito. Fíjate ideales y metas elevados. Procura ocupar un sitio en la cumbre de las grandes empresas de la humanidad. Pero recuerda: quien dedica su vida al servicio de Dios y de la humanidad, alcanzará un éxito trascendente.

Quisiera dejarte este hermoso pensamiento de un autor anónimo:

<<Ser uno de los miles de colaboradores que hacen posible una victoria histórica…¡¡es un privilegio!!

     Ser uno de los miles de trabajadores  que ayudan a elevar el nivel de vida de los demás…¡¡es una oportunidad!!

Ser uno de los miles que ayudan a otros a tener una vida más plena…¡¡es un reto!!

Aunque lo que hagamos parezca insignificante, nuestros esfuerzos se vuelven colectivos. Así como las gotas de agua y los granitos de arena hacen el poderoso océano, así nuestros esfuerzos, grandes o pequeños, ayudan al desarrollo del mundo, eso es ¡tener verdadero éxito en la vida!>>

Autor: Victor culebro

escrito para: www.destellodesugloria.org

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