Reflexión: Jardín de Rosas
Un Destellito en las manos de Dios
Destellito cada día agudiza más su atención para captar aquellas cosas que para muchos pasan desapercibidas, y que sin embargo, para él es la oportunidad para enseñar las Escrituras. Su deseo es cumplir con lo que Dios Creador ha dispuesto. En sus paseos rutinarios, Destellito está atento a las situaciones. Cierto día había visto un jardín de una casa perteneciente a un conjunto habitacional. Allí vivían varias familias que se preocupaban de hermosear sus viviendas, ya sea cubrir los ventanales con hermosos cortinajes, o hacer modificaciones a las fachadas con diversos estilos, o cambiar el asfalto de la entrada de auto por bonitos adoquines, en fin, Destellito prestaba mucha atención a estas cosas, especialmente al jardín de rosas de una de las casas, una tarde observó a un hombre trabajando en ese jardín. Lo que vio le resultó muy interesante. Las rosas blancas, rojas, y amarillas, habían sido rodeadas por malezas, y el jardinero con mucho afán y cuidado las arrancaba evitando dañar las bellas flores.
El Jardín De Rosas
Pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. Mateo 13:25.
¿Qué es lo que hace a la cizaña tan peligrosa?, preguntó Destellito. Básicamente por los daños y que son dos: le quita fuerza al trigo y le dificulta el crecimiento.
Las rosas hermosas del jardín habían sido rodeadas por la maleza, la Biblia le llama cizaña, y el hombre se preocupó de quitarlas porque iban a afectar el crecimiento, restándole fuerza a las flores, dijo Destellito. En la historia bíblica el trigo fue afectado mientras los hombres dormían. En el caso del jardín, el hombre tuvo la oportunidad de quitar la mala hierba, evitando que produjera más daño a sus rosas, más no es así con el campo sembrado por el Evangelio, sucede que habrá ocasiones en que la mala hierba, la cizaña, también brotara donde están los hijos de Dios, es una labor que realiza el enemigo de Dios, esto es el Diablo, con el propósito de alterar el desarrollo normal de la iglesia. Dice el Señor que no se puede arrancar violentamente con riesgo de arrancar también el trigo, será Él quien pondrá termino al asunto, cuando venga a rescatar a la Iglesia.-
por Oscar Olivares Dondero
Escrito para www.destellodesugloria.org