La mujer de sus sueños parte 5:

Verdaderos amigos

Escrito por Lilo de Sierra

“Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros”

(Efesios 3:20 NVI)

 En medio de un hogar disfuncional como el nuestro, Juan Carlos ha logrado asumir su rol como líder espiritual del mismo, con un reto aún mayor como lo es el de ser mi amante, mi esposo y mi amigo.

El inicio de nuestra relación, no se dio en el mejor escenario; nos casamos en yugo desigual (él era católico, yo cristiana) cada uno con un pasado a cuestas que incluía en el paquete 2 ex esposos y 3 hijas, habíamos mostrado nuestras mejores caras en el noviazgo y desde el primer día de convivencia el carácter conocido por nuestros padres pero desconocido para nosotros, afloró como tsunami dispuesto a destruir lo que creíamos, podía ser un gran proyecto de vida.

Recuerdo verlo sentado en los pies de nuestra cama con sus dos manos sobre la cabeza arrepentido de haber tomado la decisión de iniciar una vida juntos, en ese momento, creo que compartíamos la misma idea. En medio de nosotros, su hija y las mías, sin entender por qué su mundo era invadido por extraños que amenazaban su tranquilidad. Todo era caos y adaptarnos era casi un imposible.

La verdadera intimidad significa más que la simple unión física y es totalmente necesaria para la supervivencia de la relación matrimonial; es construir lazos inquebrantables generados por las pruebas superadas, aprender de nuestros errores y ceder las veces que sean necesarias para doblegar nuestro orgullo y crear espacios comunes que generen crecimiento espiritual en unidad.

Fue sólo hasta que decidimos incluir a Dios en nuestros planes que nuestro oscuro panorama cobró sentido. Puedes elegir vivir en conflicto constante a causa de las cosas que te desagradan de tu cónyuge o trabajar arduamente en convertirte en su mejor amiga y aliada, amándolo a pesar de sus fallas y darle la oportunidad de conocerte, reír, jugar y disfrutar de tu compañía.

La mujer de los sueños de tu esposo, se interesa en Él; en lo que le sucedió en su largo día de trabajo, no solamente en la cantidad de dinero que puede traer al hogar al final del mes; entra en su mundo y comparte de las actividades que a Él le apasionan aunque a ella no le gusten mucho; lo trata con consideración; lo llama durante el día no para ´cantaletearlo´ o pedirle algún favor, sino para decirle te amo y preguntarle en qué le puede ayudar; le hace saber que lo extraña, que lo necesita y que puede confiar en ella, porque no divulgará con sus amigas sus problemas, inseguridades y debilidades; lo escucha atentamente no solo con sus oídos sino con todo su ser, dejando el teléfono, la cocina, la escoba, el trapero y la plancha a un lado, para demostrar preocupación por saber en qué piensa, comprendiendo sin atacar y absteniéndose de dar consejos o emitir juicios que no le han sido solicitados.

Un hombre desea comunicarse con una mujer a un nivel íntimo, desde el corazón, seguro y confiado de que sus confidencias estarán protegidas como el tesoro más preciado. Asegúrate que esa mujer seas tú y no una amiga o una extraña que por su buena actitud, su interés constante, sus gestos amables y bondadosos y sus comentarios de aprobación, usurpen tu lugar en la mente de tu esposo.

“Los pensamientos humanos son aguas profundas; el que es inteligente los capta fácilmente. Son muchos los que proclaman su lealtad, ¿pero quién puede hallar a alguien digno de confianza?”

(Proverbios 20:5-7 NVI)

Escrito para www.destellodesugloria.org