Dios siempre obra con justicia
Dios siempre obra con justicia
No hay otro justo sino el Señor, Dios de los cielos y de la tierra; Dios es soberano, omnisciente y poderoso, a Él nunca podríamos burlarlo, de su justicia jamás podríamos escapar.
No importa que muchas veces no entendamos el obrar del Señor, en ocasiones somos atrevidos y creemos que porque somos hijos de Dios, adoptados por la gracia y la fe concedida en Cristo Jesús tenemos el derecho de exigir que las cosas que suceden a nuestro alrededor salgan siempre como lo queremos; nos olvidamos que no se trata de nosotros, que vivimos por y para Jesucristo nuestro Salvador y que independientemente de lo agradable o desagradable que pueda ser para nosotros, lo que interesa en nuestra vida es que la voluntad de Dios se cumpla a cabalidad.
Solemos preguntarnos porqués que no son necesarios entender, queremos comprenderlo todo cuando no tenemos la capacidad de hacerlo y mucho menos de enfrentarlo.
La ventaja que tenemos como hijos de Dios, es que podemos confiar plenamente en el Señor y sabernos bendecidos porque en Él tenemos la certeza de que su perfecta y santa voluntad se está cumpliendo en nuestra vida. Para qué entonces enredarnos, para qué complicarnos; dejemos que Dios obre; nosotros asegurémonos de estar actuando en rectitud delante de Él, obedezcamos su palabra y vivamos según sus designios. Él siempre hace lo correcto, Él es perfecto, Él nunca se equivoca, ¡Dios siempre obra con justicia!
Aceptemos la voluntad del Señor y confiemos en Él. En cualquier momento Él nos ayudará a entender el propósito por el que permite muchas cosas con las que quizá en el momento no estamos contentos. Al final sabremos que todo es por nuestro bien y para su gloria.
“Porque proclamaré el nombre del Señor. ¡Conozcan la grandeza de nuestro Dios! Él es la Roca, sus obras son perfectas, y todo lo que hace es justo. Dios es fiel, verdadero, digno de confianza, y no actúa con maldad”. Deuteronomio 32:3-4 (Palabra de Dios para Todos).
¡No es lo que queramos, es lo que Dios quiera; no es como queramos, es como Dios quiera; no es cuando queramos, es cuando Dios quiera!
Que así sea en Cristo Jesús.
Por: Marisela Ocampo O.
Escrito para www.destellodesugloria.org
Bendiciones