Meditación: ¿Quién tendrá parte en el arrebatamiento?
¿Quién tendrá parte en el arrebatamiento?
Esta es una pregunta muy controvertida y muy discutida por muchos pastores y estudiosos de la palabra de Dios, algunos dicen que solo una parte escogida de la iglesia será arrebatada, otros dicen que toda la iglesia tendrá parte en el arrebatamiento. Tienes que tener la seguridad de que tú ya has sido escogido por Dios y la respuesta está en la palabra de Dios, léela.
1ª Pedro 2:9Pero ustedes son una familia escogida, un sacerdocio al servicio del rey, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios. Y esto es así para que anuncien las obras maravillosas de Dios, el cual los llamó a salir de la oscuridad para entrar en su luz maravillosa. En un diccionario bíblico encontré: Las palabras linaje, sacerdocio, nación y pueblo son sustantivos colectivos y se refieren a los creyentes corporativamente. Como linaje, nosotros los creyentes hemos sido escogidos; como un sacerdocio, un cuerpo de sacerdotes, pertenecemos a la realeza; como nación, somos santos; como pueblo, somos posesión de Dios, una posesión que Dios adquirió y que ahora tiene como Su tesoro especial. La frase linaje escogido denota que descendemos de Dios; real sacerdocio, que servimos a Dios; nación santa, que somos una comunidad para Dios; y pueblo adquirido para posesión de Dios indica que para Dios somos preciosos. Todo esto tiene un sentido corporativo. Por consiguiente, necesitamos ser edificados juntamente; es por eso que debemos de congregarnos. En las iglesias todavía hay muchos cristianos que son superficiales y religiosos, porque aún no experimentan el nuevo nacimiento, es por eso que debemos de leer la palabra de Dios que será como un espejo que revelara nuestro ser interior, si tenemos que juzgar, juzguémonos nosotros mismos, es por eso que muchos no somos capaces de reconocer y conocer la voluntad de nuestro Dios. ¿Quién, pues tendrá parte cuando Jesús venga? La palabra de Dios nos detalla características bien definidas, júzgate tú mismo, como te encuentras ante Dios.
Gálatas 5:24 Y los que somos de Jesucristo ya hemos hecho morir en su cruz nuestro egoísmo y nuestros malos deseos. 25 Si el Espíritu ha cambiado nuestra manera de vivir, debemos obedecerlo en todo. Esto es algo que nos cuesta a muchos, nos falta bastante todavía.
- Los que le pertenecen: Estos aceptan la crucifixión de su viejo hombre, esto es muy importante, cuando hay arrepentimiento y confesión por nuestros pecados y pedimos perdón reconociendo que Jesucristo es el hijo de Dios, al hacer esto somos adoptados como hijos de Dios y pasamos a ser propiedad suya, los que reconocemos que cada día debemos de moriría al yo. (San Juan 1:12).
- Los que lo esperan: Encontramos repetidas veces en las escrituras la segunda característica: El esperar la venida de Jesús, para arrebatar a su iglesia amada. Los que han creído que Jesucristo es el hijos de Dios, los que creen en la vida, muerte, crucifixión, resurrección y que Jesucristo ascendió y está sentado a la derecha del Padre.
Hechos 1:11 Entonces aquellos dos les dijeron: Hombres de Galilea, ¿qué hacen ahí, mirando al cielo? Acaban de ver que Jesús fue llevado al cielo, pero así como se ha ido, un día volverá.
Filipenses 3:20 Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, y esperamos que de allí vuelva nuestro Salvador, el Señor Jesucristo.
1ª Corintios 1:7 Por eso, mientras esperan que Jesucristo vuelva, no les faltará ninguna bendición de Dios.
1ª Tesalonicenses 1:9 Porque todos hablan de lo bien que ustedes nos recibieron, y cuentan cómo ustedes dejaron de adorar ídolos para adorar y servir al Dios vivo y verdadero. 10 Ellos saben que ustedes esperan que Jesucristo regrese del cielo. Dios hizo que él resucitara para salvarnos del castigo que él dará a los pecadores en el día del juicio.
Tito 2:13 Así debemos vivir, mientras llega ese día feliz y maravilloso que todos esperamos, cuando se manifestará nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.
Hebreos 9:28 De la misma manera, Cristo se ha ofrecido una sola vez para que muchos seamos perdonados de nuestros pecados. Después él volverá otra vez al mundo, pero no para morir por nuestros pecados, sino para salvar a todos los que esperamos su venida.
Lucas 12:35-36 Ustedes tienen que estar siempre listos. Deben ser como los sirvientes de aquel que va a una fiesta de bodas. Ellos se quedan despiertos, con las lámparas encendidas, pendientes de que su dueño llame a la puerta para abrirle de inmediato.
- Los que tiene su ciudadanía en los cielos: Aquellos que su nombre ya está escrito en el libro de la vida y han pasado de muerte a vida, aquellos que se esfuerzan cada día esperando la venida de nuestro amado, Jesucristo, es aquella persona que se ha desligado de las cosas terrenales y busca las espirituales. Se esfuerza por andar siempre en la presencia der Dios y ver las cosas de manera espiritual para que no le afecten y así cuidar su ciudadanía celestial.
Efesios 2:6 Dios, al resucitar a Jesucristo, nos resucitó y nos dio un lugar en el cielo, junto a él. Dios ya nos hizo ciudadanos del reino de los cielos al adoptarnos como parte de su familia, pero debemos esforzarnos para no perder esa ciudadanía.
- El que se deja purificar más profundamente: Es aquel que se alimenta y se nutre espiritualmente leyendo la palabra de Dios día y noche, que medita y reflexiona en ella, aquel que está construyendo una estrecha relación con Dios; a través de Jesucristo y el espíritu Santo, dejando moldear y trasformar su corazón a la manera de Jesucristo, y se esfuerza porque sus vestiduras permanezcan blancas y agradables ante Dios, por eso el mismo Rey David declaro en salmos 51: Lávame, límpiame, porque el reconocía que debía permanecer limpio ante Dios, tenemos que buscar esforzarnos por vivir en santidad porque Dios es Santo, si te lo propones él te ayudara, el prometió estar con nosotros siempre, y para el no hay nada imposible.
1ª Juan 3:2 Queridos hermanos, ¡nosotros ya somos hijos de Dios! Y aunque todavía no sabemos cómo seremos en el futuro, sí sabemos que, cuando Jesucristo aparezca otra vez, nos pareceremos a él, porque lo veremos como él es en realidad. 3 Todo el que espera confiadamente que todo esto suceda, se esfuerza por ser bueno, como lo es Jesús.
- El que vive en santificación: donde hay purificación profunda, hay también santificación, es la condición principal para que un hijo de Dios pueda ver al señor Jesucristo cuando venga en las nubes, es aquel cristiano que busca vivir en la presencia del espíritu santo para santificarse, que busca que este le cambie y le trasforme cada día hasta llevarlo a la altura del varón que Dios quiere que tenga, es por eso que debemos esforzarnos en leer la palabra de Dios para que trasforme y regenere nuestros corazón a la semejanza de Jesús, tenemos que entender que no es el pastor, ni el líder, ni el diacono el que cambiara tu vida, eres tú que al acercarte más a Dios lograras ser agradable a sus ojos. Porque solo Dios nos puede ayudar a vivir en santidad, la santidad necesaria para poder gozar con él en su presencia.
Juan 13:8 Pedro le dijo: ¡Tú nunca vas a lavarme los pies! Jesús le respondió: Si no te lavo los pies, no podrás ser de los míos. Recuerda Jesús mismo le dice a Pedro es necesario que te limpie y santifiqué para que estés en la lista del reino de Dios, solo limpio, puro, trasformado, santificado, podrás entrar en el reino de Dios.
Hebreos 12:14 Sigan tras la paz con todos, y la santificación sin la cual nadie verá al Señor,
Esta es una advertencia, sin Santidad nadie vera a Dios.
Padre Celestial, Padre Santo, Padre Bueno, reconozco que aún me falta mucho por alcanzar la altura del varón perfecto que tú quieres que yo tenga, pero hoy vengo reconociendo que necesito más de ti, por lo que te suplico, imploro, ruego y clamo porque me ayudes a cambiar, te pido que trasformes mi corazón y me ayudes a serte fiel, a ser agradable a tus ojos y que me ayudes s vivir cada día de mi vida hasta tu pronta venida en santidad, enséñame y límpiame cuando lea tu palabra y séllame y restáurame cuando este en tu presencia, en la presencia de tu Espíritu Santo, de igual manera te pido por los que leerán este mansaje ayúdales, en el nombre de Jesucristo de Nazaret, amen.
CRISTO PRONTO VIENE
Autor: Hugo Leonel Orellana Martínez
Escrito para www.destellodesugloria.org