¡Ojo! la sicología no es revelación del Espíritu Santo, es sabiduría humana
¡Ojo! la sicología no es revelación del Espíritu Santo, es sabiduría humana
“Ya que Dios, en su sabiduría se aseguró de que el mundo nunca lo conociera por medio de la sabiduría humana, usó nuestra predicación «ridícula» para salvar a los que creen”.
1 Corintios 1:21 (Nueva Traducción Viviente).
El ser humano tiene una constante necesidad de descubrir el propósito por el cual existe y esta necesidad lo lleva a explorar diferentes ámbitos que según él, le permitirán encontrar la razón de su existencia. Algunas personas se refugian en el saber, otros en el hacer y otros en el tener, pretendiendo confirmar en sus vidas aquello que los hace sentir plenos pero que a la hora de la verdad los lleva a una insaciable búsqueda que pareciera no terminar. Es por esto que día a día resultan nuevas y diversas ofertas en el entorno, pretendiendo hacer de ellas el recurso veraz que suplirá tal necesidad.
La sicología por ejemplo, entre otras ciencias, ha sido uno de los métodos que muchas personas han adoptado para tratar de entender los porqués de su forma de pensar, de actuar y de vivir; y consideran, que al comprenderlos no sólo podrán encontrar las respuestas que tanto han querido tener; sino además, la fórmula que necesitan para solucionar todos sus problemas.
Los que somos creyentes sabemos que el propósito por el cual existimos lo encontramos en Cristo Jesús nuestro Señor, y que la plenitud que tanto habíamos anhelado encontrar tal vez en el dinero, en una posición, en el reconocimiento de los hombres, en el éxito y en tantas otras cosas que ofrece el mundo, sólo la encontramos en el amor y la sabiduría que Dios nos ofrece por medio de su Hijo Jesús. Sin embargo, es una triste realidad saber que muchos que dicen ser ministros o siervos del Señor, pretenden adquirir la sabiduría de Dios por medio de ciencias como la sicología.
Muchas personas están deseosas de encontrar una palabra llena de poder, que cambie y restaure sus vidas por completo y cuando llegan a un lugar en el que promulgan supuestamente la verdad de Dios, se encuentran con tecnicismos filosóficos argumentados por autores incluso ateos, la mayoría de ellos; qué ironía, tanta necesidad de Dios en las personas y los que dicen ser sus siervos aluden mayor poder e importancia a las filosofías humanas que a la misma palabra del Señor, al evangelio de la cruz que es poder de Dios para todo aquel que cree.
Personas ingenuas y llenas de tantas necesidades, llegan a estos lugares y se convierten en presa fácil de aquellos que por medio del uso de técnicas manipuladoras y sugestivas, los apartan del Señor por causa de erróneas enseñanzas en lugar de acercarlas a Dios por medio de palabras de vida, aquellas que sólo se encuentran en la Biblia y que el Espíritu de Dios revela por medio de Jesucristo el Salvador.
Abramos los ojos hermanos, no traguemos entero todo lo que nos dicen acerca del Señor, comparemos todo lo que escuchamos con la palabra de Dios y como nos lo enseña Él, desechemos lo malo y tomemos sólo aquello que verdaderamente da testimonio de su verdad, de Cristo Jesús nuestro Señor.
Me duele mucho que usen la ciencia para impresionar a los incautos e indoctos, y me duele mucho más, que las personas decidan confiar más en estás vanas enseñanzas que en la verdad que nuestro Padre nos deja inscrita en su palabra. “Malditos son los que ponen su confianza en simples seres humanos, que se apoyan en la fuerza humana y apartan el corazón del Señor”. Jeremías 17:5 (Nueva Traducción Viviente).
La sicología como cualquier otra ciencia, es sólo una buena herramienta si está en buenas manos, pero no es lo que necesitamos los hijos de Dios para edificarnos cada día en el espíritu. La sicología no edifica el espíritu, ¡ojo! “la sicología no es revelación del Espíritu Santo, es sabiduría humana”: la programación neurolingüística, no es renovación de la mente conforme la voluntad de Dios; el pensamiento positivo o control mental, no es fe en Cristo Jesús; la ley de la atracción, no es declaración profética de la palabra del Señor; la reflexología, no es el poder de sanidad que viene de Dios y la cartografía emocional, no es discernimiento espiritual. Recordemos que ningún conocimiento prevalecerá sobre el conocimiento divino de Dios.
“No permitan que nadie los atrape con filosofías huecas y disparates elocuentes, que nacen del pensamiento humano y de los poderes espirituales de este mundo y no de Cristo. Pues en Cristo habita toda la plenitud de Dios en un cuerpo humano.De modo que ustedes también están completos mediante la unión con Cristo, quien es la cabeza de todo gobernante y toda autoridad”.
Colosenses 2:8-10 (Nueva Traducción Viviente).
“Habrá muchos que seguirán sus malas enseñanzas y su vergonzosa inmoralidad; y por culpa de estos maestros, se hablará mal del camino de la verdad.Llevados por la avaricia, inventarán mentiras ingeniosas para apoderarse del dinero de ustedes; pero Dios los condenó desde hace mucho, y su destrucción no tardará en llegar”.
1 Pedro 2:2-3 (Nueva Traducción Viviente).
“Todo el que se desvía y no permanece en la enseñanza de Cristo, no tiene a Dios; el que permanece en la enseñanza tiene tanto al Padre como al Hijo”.
2 Juan 1:9 (Biblia las Américas).
¡La sicología no tiene poder, el único conocimiento que tiene poder, es el conocimiento de Dios y de su Hijo Jesucristo, aferrémonos a la palabra de Dios!
Autora: Marisela Ocampo Otálvaro
Escrito para www.destellodesugloria.org