¡Cosechadores de almas! – Parte 2

¡COSECHADORES DE ALMAS! (II)

cosechar almasJUAN 4: 35-42

INTRODUCCIÓN: en esta parte final estudiaremos y aprenderemos a la luz de este pasaje bíblico otras verdades, concejos, pautas y principios que también deben motivarnos e impulsarnos al trabajo espiritual de la cosecha almas. Veámoslo:

1.     LA COSECHA YA ESTÁ LISTA  

A. Jesús lo enseñó usando un lenguaje metafórico (vr. 35-38)

Volvió a usar la metáfora de la labranza, siega, cosecha, para enseñar y enfatizar en esta oportunidad que la cosecha de almas ya está lista, no espera más tiempo y la connotación directa hacia referencia al grupo de samaritanos que ya se divisaba (veía) literalmente como un conjunto de espigas blancas, adulando al soplo del viento (vr. 35, 39-42). De hecho la primera que ya estaba lista para escuchar y recibir el mensaje de salvación fue la mujer samaritana; cuando Jesús le predicó del agua viva y la verdadera adoración (vr. 10, 13-15).

B. Jesús lo alertó a tener ojos visores (vr. 35)

Esto lo aprendemos con las palabra que expresó a los discípulos: “Alzad vuestros ojos y mirar los campos” (vr. 35a): fíjense en los sembrados (DHH), abran los ojos y miren los campos sembrados (NVI), levanten los ojos y observen los campos (PDT), despierten y miren a su alrededor (NTV). Les estaba hablando y alertando a tener ¡ojos visores! Es decir; no más ceguera espiritual e indiferencia con las almas que ya están listas para ser cosechadas. Hasta el mismo Jesús le tocó alzar Sus ojos y ver (mirar) las multitudes: ojo visor con las almas (Mateo 9: 36-38). “Y al ver las multitudes” (vr. 36).

“Eido” es el término griego para la palabra “ver” y significa mirar fijamente con ojos abiertos como algo asombroso y diferente, una inspección ferviente y continua, reconocer. Jesús siempre se fijó, se concentró, se detuvo, se interesó y se preocupó por las almas (multitudes) que ya estaban listas para la cosecha espiritual. (Mateo 4: 23-25; 5: 1; 8: 1; 9: 36; 14: 26; 15: 37; Marcos 6: 44; 8: 9, Lucas 5: 1; Juan 6: 2)

C. Jesús lo concientizó que la cosecha ya estaba lista (vr. 35)

También lo aprendemos cuando dijo: “Los campos ya estaban blancos para la siega (vr. 35b). El  termino griega para “blancos” es “leukos” y significa secos, listos, maduros. Jesús está señalando que los sembrados ya están “maduros” para la cosecha (DHH), ya la cosecha está “madura” (NVI), los campos ya están “listos” para la cosecha (PDT), los campos están ya “maduros” para la recolección (Otra Traducción). ¡A los discípulos les faltó tener conciencia de la realidad que ya esos sembrados no esperaban más, porque ya estaban listos para la cosecha y la recolección!

Según ellos todavía faltaban o había que esperar cuatro meses más para la recoger la cosecha (todavía no era tiempo). El dicho decía “hay cuatro meses entre la siembra y la cosecha” y al mismo tiempo probablemente se trataba de un proverbio que aconsejaba “no darse prisa a la hora de cumplir con una tarea o no apurar la cosecha”. De hecho la cosecha se toma su tiempo, pero en los campos a los que se refería Jesús ya estaba madura y no se podía aplazar (la  cosecha de almas).

Para ellos todavía no era el momento, el tiempo ni la hora de recolección y cosecha. Con esta actitud negligente e indiferente estaban poniendo en riesgo el trigo, ya que si no se recogía a tiempo se perdía en el campo y esto sería triste y lamentable. Los discípulos sólo se habían detenido a observar el verdear de los campos (final de Diciembre o principio de Enero) y por eso su actitud indiferente, negligente y pasiva al respecto. Además en palestina se cultivaba el trigo después de las primeras lluvias (Diciembre/Enero) y la cosecha era temprana y la mies madura y no amarillenta como en España, sino literalmente blancos como Jesús lo enseñó: “los campos están blancos o blanquean” (vr. 35) y se recogía en Abril, Mayo o Junio, dependiendo del tiempo, del sol, la tierra y otros elementos.

Esto significaba que los samaritanos de esa región (Sicar) ya se veían como un conjunto de espigas blancas ondulando al soplo de la brisa para predicarles el mensaje de Salvación y la prueba de ello fue que muchos samaritanos creyeron. Qué gran cosecha de almas ese día por la predicación de la samaritana y la de Cristo mismo (vr. 39-42). ¡Es ahora o nunca! ¡La cosecha de almas nos espera ya! ¡Manos prestas y a la obra!

¡IMPORTANTE PARA LOS COSECHADORES!

  • Recibe salario (vr. 36a): del gr. “Opsónion” que significa, raciones (para un soldado), expensas, premio, recompensa, galardón, jornal, compensación, buen salario (NTV), sueldo, beneficio, paga (DHH). ¡Nuestro trabajo espiritual en el Señor en esta área y otras no es en vano, sino que tiene su recompensa (1 Corintios 9: 7; 9, 10-18; 15: 58; 1 Timoteo 5: 18). De hecho se promete la corona de gozo para aquellos que predicando el evangelio y el mensaje de salvación “ganan” almas (Filipenses 4: 1; 1 Tesalonicense 2: 19, 20) y también la Biblia enseña: “Los que ganan almas son sabios” (Proverbios 11: 30). Aun el cielo se regocija cuando un pecador se arrepiente (Lucas 15: 7, 10).  
  • Recoge fruto para vida eterna (vr. 36b): la cosecha que recoge es para vida eterna  (DHH), son personas (fruto) que pasan a tener vida eterna (NTV), está reuniendo una cosecha para la vida eterna (PDT), recoge el fruto (las almas) con destino a la vida eterna (Otra Traducción). Es la salvación eterna de las almas que Cristo compró con Su sangre preciosa (1 Pedro 1: 18, 19) y esta es también la bendición del segador de hoy. ¡Además Dios no espera de nosotros éxito sino fruto y el fruto del cristiano son precisamente las almas!
  • El que siembra goce juntamente con el que siega (vr. 36c, 37): el que siembra con el que cosecha se alegren juntamente (DHH), el sembrador como el segador se alegran juntos (NVI), para que el que siembra se regocije juntamente con el que siega (BA), que alegría le espera tanto al que siembra como al que cosecha (NTV), así que tanto el que siembra como el que cosecha sienten alegría (PDT). Significa que no debe haber competencia ni celos entre el que siembra y el que cosecha. Así lo experimentaron los setenta (Lucas 10: 1-3, 17-20), el apóstol Pablo (Filipenses 4: 1; 1 Tesalonicenses 2: 19, 20), entre otros.
  • Se espera que seamos tantos sembradores como segadores (vr. 38): el texto bíblico hace referencia tal vez a Moisés, Juan el Bautista, los profetas, otros hombres justos de la antigüedad y hasta el propio Jesús que habían sembrado lo que los apóstoles iban a segar.

2.     ES TIEMPO DE METER LA HOZ EN EL CAMPO

A. Jesús lo enseñó en la parábola de la semilla (Marcos 4: 26-29)

La “Hoz” (gr. Drepanón): era un gancho para recoger y cosechar, un instrumento que servía para segar Mieses y hierbas, estaba compuesto por una hoja cerrada, curva, dientes muy agudos, cortantes y afianzada a un mango de madera (Deuteronomio 16: 9; Isaías 2: 4; Joel 3: 13; Miqueas 4: 3; Marcos 4: 29). En sentido figurado señala el juicio de Dios (Apocalipsis 14: 14-16).

B. Jesús lo enseñó para meterla a tiempo y segar (Marcos 4: 26-29)   

Si no se metía la Hoz con tiempo, se perdía la cosecha y por eso lo hacían cuando el fruto estaba maduro, como señal de que ya era hora de cosecha y por lo tanto el tiempo de meter la Hoz había llegado. ¿Cuál es la Hoz de hoy para los segadores y cosechadores de almas? ¿La Palabra de Dios? ¿La predicación del evangelio? ¿El plan de Salvación para la humanidad? ¿La obra evangelizadora como Cristo lo dijo?

CONCLUSIÓN: Manos a la obra porque la cosecha de almas está lista y esperando que cada uno de los segadores tomen la Hoz en su mano y la usen a tiempo antes que sea demasiado tarde; predicando el mensaje de salvación y evangelio de Cristo. ¡MANOS A LA OBRA! ¡AMÉN QUE SÍ!

AUTOR: PrediCantor Garys Leandro

Preparado originalmente para: www.destellodesugloria.org

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