El Fuego del Espíritu Santo nos guía

EL FUEGO DEL ESPÍRITU SANTO NOS GUÍA

Lectura: Éxodo 25:31-40

Por favor cambia tu mente a la forma de la de un niño para que puedas entender la Palabra que Dios tiene para ti hoy.

En mi iglesia tenemos una representación de este candelero de oro que Dios mandó a hacer a Moisés. Se nos había dicho que siempre que se hacía algún evento en la iglesia las lámparas debían estar prendidas. Al principio creí que era un acto religioso y que no tenía un gran significado pero igual obedecí y Dios me enseñó lo que realmente significaba.

Ese candelero de oro estaba en el templo y es muy significativo para los judíos, tanto que está inscrito en una de sus monedas. Este es un símbolo de la presencia de Dios en nuestra vida y hay algunos elementos acerca de los cuales me gustaría llamar su atención respecto a este particular (y maravilloso) elemento:

1. Debía estar hecho de oro puro (v.31)

En la biblia el oro es un símbolo de santidad y de reino. Dios es Santo y es rey por eso mandaba que todas las cosas que iban a estar en el templo fueran hechas de oro, para dar una representación a los hombres de su naturaleza divina. Hoy en día su santidad y reino se hacen claramente visible en nuestro corazón que es su templo; no contamos con un candelero de oro físico pero recuerde que el candelero solo es un símbolo, en nuestro corazón está aquél a quien representa este candelero: El Espíritu Santo. Podemos admirar la santidad y perfección de Dios en nuestro propio corazón y ya no necesitamos elementos físicos que nos den una idea de su naturaleza, porque su naturaleza ya está en nosotros; no necesitamos a un sumo sacerdote que vaya delante de nosotros todos los días a pedir perdón por nuestros pecados, ya Jesucristo, nuestro sumo sacerdote, entró una vez para siempre en el templo que no es hecho de manos humanas y nos abrió un camino para llegar a Dios. Nuestro cuerpo es templo del Dios vivo y por eso podemos admirar la belleza de Dios en nuestra propia vida, sin símbolos ni metáforas, sino tal cual es.

2. Debían hacerse 7 lamparillas (v. 37)

El 7 en la biblia es símbolo de perfección. Nuevamente este elemento hace referencia a la naturaleza perfecta de Dios. Mientras el oro denota su santidad y soberanía, las 7 lamparillas denotan su perfección. ¿Qué otra luz necesitas en tu vida que no sea la luz de Dios? ¿Quién te puede alumbrar el camino de la vida sino Dios? Dios es perfecto y todo lo que hace es perfecto, Él guía a través de su Espíritu a aquellos que lo busquen de corazón. El Espíritu Santo es la luz perfecta que Dios nos ha dado para llegar a Él. La palabra de Dios nos santifica y nos ilumina para escoger siempre lo mejor.

3. Las 7 lamparillas debían alumbrar hacia adelante (v. 37)

Dios siempre nos guía hacia adelante. Una regla que Dios había puesto para este candelero es que su fuego no podía ser apagado, desde la mañana hasta la tarde debía estar alumbrando, por eso los sacerdotes llevaban aceite puro para encender la llama y así no se apagara. Pablo nos insta a que no dejemos apagar el Espíritu.

Sin la luz del Espíritu Santo estamos perdidos y no tenemos orientación. Sabemos que Él nos guía a toda verdad así que si no contamos con su guía nuestro destino será la oscuridad y la mentira. Si queremos andar por el camino de la verdad no podemos dejar que nunca, por ninguna circunstancia, se apague el fuego del Espíritu Santo en nuestro corazón, porque el día que eso pase moriremos. La muerte consiste en estar alejados de Dios y sin el Espíritu Santo guiándonos estaremos lejos de su dulce presencia.

Si te sientes desanimado y sin deseo de servirle a Dios, ¡Corre ya a tu habitación y ora! No sea que se apague tu lámpara, no esperes a que sea tarde, enciende el fuego del Espíritu Santo en tu vida.

¿Cómo encendemos la lámpara? Cuando buscamos la presencia de Dios en oración y adoración, cuando nuestro corazón anhela fervientemente su casa, cuando nos acercamos a Él con un corazón humilde que está dispuesto a obedecer.

¿Cómo está tu candelero hoy? ¿Lo tienes descuidado? ¡Corre y aviva la llama del Espíritu Santo en tu vida! La prioridad máxima de nuestra vida ha de ser esta: QUE NUNCA SE APAGUE LA PRESENCIA DE DIOS EN NOSOTROS.

Cuando la llama del Espíritu Santo esté prendida en nosotros y caminemos por su luz, disfrutaremos de su maravilloso fruto en nuestra vida. (Gálatas 5:22-23 Por favor léelo y ora a Dios para que este fruto brote y permanezca en tu vida, en la de tu familia, en la de tu ministerio, en la de tu iglesia, en la de toda el cuerpo de Cristo (también te agradecería que recordaras orar por mí, mi familia y mi iglesia también); abundantemente)

Si eres maestro de escuela dominical, tienes un grupo de vida, eres pastor o tienes la posibilidad de hablar en algún momento de la palabra de Dios recuerda hablar sobre este fruto, es necesario que en los hijos de Dios brote y permanezca el fruto del Espíritu Santo abundantemente; te lo encarezco mucho.

Dios le encareció a Moisés que hiciera todo conforme al modelo que se le habían mostrado en el monte, dando a entender que quería que la enseñanza que llega hoy a nosotros llegara tal como Él quería enseñárnosla. Podemos estar seguros de la fidelidad de su Palabra y de su enseñanza; Él es nuestro maestro y se preocupa porque entendamos lo que quiere enseñarnos, nos corresponde a nosotros esforzarnos por aprender. (“El que tiene oídos para oír, oiga”)

Autor: Juan Felipe Caro Valencia

Escrito para www.destellodesugloria.org

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