Lecciones del Mana (Charles Spurgeon – Audio)
Charles Spurgeon es uno de los predicadores más conocidos del mundo, nació en Inglaterra en 1834, escribió miles de sermones que hoy en día aun se publican. Es el escritor cristiano con más libros escritos. Fue llamado por la gente de su época como: “El príncipe de los predicadores” por su elocuencia y respaldo de Dios a la hora de predicar y enseñar en el pulpito.
El audio que a continuación escucharas fue traducido al español y la voz que escucharas no es la original de Charles Spurgeon, pero el contenido fue predicado por el mismo Spurgeon.
Puedes disfrutarlo desde acá:
impactante verdaderamente esta predicacion, puedo decir que es inspirada por el Espiritu Santo, habia detalles en la provicion de Dios que no me habia detenido a considerar, este mensaje ha llenado mi vida.
Como Elene White, Aimee Sample Mcpherson, Catherine Culman y este predicador hoy debemos dejarlos descansar con suvieja generación hoy el pueblo necesita predicadores con frescura.para esta generacióny oara este siglo. Es mi opinion personal, gracias
dios es el mismo en todas las epocas ahoy en la modernidad y en el canto moderno, es en donde se manifiesta la apostacia, cuidado hnos
el señor ha trazado la kinea desde el principio de los tiempos,
la palabra nos enseña, paraos en la senda antigua, el comienzo de toda la creacion es la sabiduria e inteligencia de la sabiduria, provervios capitulo 2, provervios capitulo 8 no existe nada que sobrepase, la inteligencia del dios infinito; humanamente no conozco a alguien desde los tiempos hasta el dia de hoy. que supere lo que dice el salmo 23 y el salmo 139, por mencionar algo; dios es el mismo hayer, hoy, y siempre
aprende pues, hoy, y reflecciona en tu corazon que jehova es dios arriba en el cielo, y abajo en la tierra, y no hay otro.
Es muy extraño, desde mi perspectiva, que alguien que se hace llamar pastor evangelista, no aprecie la sabiduría y locuacidad de un hombre como Charles Spurgeon. Sin ser un clarividente, veo en sus comentarios un dejo de amargura y resentimientos por no poder llegar a la altura de hombres de fe que fueron y son fuente de enseñanza para quienes seguimos los pasos de Cristo.
Una invitación para el señor Eddie Enoc a que se compre un cuarto de litro de humildad.