Devocional – ¿Termómetro o Termostato?
¿Termómetro o Termostato?
Todo camino del hombre es recto en su propia opinión;
Pero Jehová pesa los corazones.
Proverbios 21:2
El otro día meditaba acerca de la función del termómetro y termostato. El primero nos sirve para medir la temperatura de un lugar y se ajusta al ambiente. Pero el funcionamiento que tiene el termostato es mucho más sorprendente porque se encarga de moderar la temperatura del lugar regulándola para que sea agradable y soportable. ¿Qué clase de hijos de Dios somos?, ¿Termostatos o termómetros?, me refiero a tus actitudes y comportamiento al llegar a un lugar. ¿Eres de los que se ajusta al ambiente sea bueno o malo, ó eres esa clase de hijos que cuando llegan a algún sitio, cambias por completo el ambiente?
¿Te has fijado al llegar a cualquier lugar que los hijos de Dios brillan por completo? Es muy evidente cuando una persona tiene relación con Dios.
Dice su palabra que somos hijos de luz, y que no podemos escondernos. Es importante dar a conocer y contagiar de lo que hemos sido llenados. Mantén tu vida en integridad, demuestra lo que eres realmente, sin esconder nada. Sé esa persona que cuando llegues a cualquier parte, los demás tengan que mirarte porque resplandeces de tal forma que no puedes pasar desapercibida. Que al llegar a algún sitio en el cual se esté practicando el pecado, los demás se sientan incómodos porque llegaste y eso cambie sus actitudes.
En nuestra propia opinión, nos es fácil decir, pues yo soy una buena persona, jamás le hago daño a nadie, me preocupo por los demás, soy responsable y comprometido con todo lo que tengo que hacer, pero sólo Dios puede medir y pesar nuestro corazón.
¡Hoy te invito a que cambies el ambiente que te rodea!
¡Dios ha depositado demasiada gloria y luz sobre tu vida!
¡No puedes pasar desapercibido!
Autora: Arlene García Holguín
Escrito para www.devocionaldiario.com