Devocional – No le des migajas a Jesús

NO LE DES MIGAJAS A JESÚS

“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente.”

Mateo 22:37

María me comentó lo siguiente: El lunes su novio le pidió dinero porque no tenía para pagar la renta de la casa en que vive con su padre (aclaro no viven juntos). Al ver su aflicción ella aportó para dicho gasto no porque le sobraran los recursos, ni esperando que se lo devolviera, sino porque lo amaba; sin embargo, el miércoles él le dejó entrever que carecía de los medios para hacer unas llamadas importantes para su trabajo, por lo que ella le dio otra cantidad que a él le serviría para tal efecto. Carlos tomó el dinero y quedó de hablarle a las tres de la tarde. Ella tuvo un arduo día de trabajo y esperaba esa hora para platicar con él, preguntarle cómo le fue en el día y decirle cuanto lo amaba. En el tiempo fijado, el novio le llamó a María y le dijo: “Solo te llamo dos minutos, porque estoy en un teléfono de monedas, se acaba el crédito ya no tengo más dinero. Si quieres conéctate a las diez de la noche y por favor evita estar chateando con otros mientras nos comunicamos o bien si tú quieres llámame de tu teléfono”. Ella no alcanzó a decirle lo que pensaba ni lo que le afligía o bien compartirle sus sueños y al acabar los dos minutos la llamada finalizó. Llegaron las diez de la noche y él nunca se conectó con ella, ni hizo el menor esfuerzo por hacerle saber que no podría atenderla a esa hora. Se sintió triste y consideró contradictorio que mientras había contribuido con los gastos de su novio, cuando éste ya los obtuvo no la consideró lo suficientemente importante para sostener una llamada telefónica arriba de dos minutos y la dejó plantada por la noche. Al respecto me pidió opinión y llorosa me dijo que al parecer su novio solo tenía para ella migajas de amor.

María: creo que Dios ha querido que en el dolor que tú sientes por el desamor de tu novio y falta de atención de tu novio, si así se le puede llamar a quien te da ese trato pues mas bien ve por su bienestar y conveniencia, entiendas lo que él siente cuando tú le das migajas de tu tiempo. El Señor es quien más te ha amado y cuántas veces lo has dejado esperando por ti. En cuántos momentos te has acercado a él solo para pedirle algo y una vez obtenido aquello lo olvidas. Cuántos días has dejado pasar sin decirle que lo amas, que lo necesitas y que quieres estar en su presencia. Cuántas mañanas al despertar no acudes al encuentro que tanto le agrada o bien cuántos días has dejado de leer y meditar en su palabra. El que te lo ha dado todo, el único amado fiel ha recibido las sobras, aun cuando él es quien te pensó antes de estar en el vientre materno, quien te creó, ama y murió por ti para que tuvieras vida eterna. Ese amor que en los hechos no te corresponde como tú aspiras, es ejemplo vivo para que entiendas el dolor en el corazón de Dios cuando la humanidad rechaza su amor.

Enjuga esas lágrimas, levántate y lucha por quien siempre tendrás seguro, tu único refugio, él que te amó desde siempre. El sí es incondicional, su amor es eterno y transformador en tu vida. Jesús también se entristece, pues aun cuando es Dios, como hombre sabe lo que es dolor, hambre, burla, deslealtad y desprecio y eso siente cuando lo haces a un lado, pues siempre está ahí, ansioso de escucharte. El Rey, tu Padre amoroso y proveedor de todo cuanto tienes y eres merece el primer lugar en tu vida. Busca primero el reino de Dios y su perfecta justicia y lo demás vendrá por añadidura, incluso el amor de un hombre que tenga respeto a Dios y en consecuencia a ti. No estás sola, tu amado esta a la puerta esperándote, pero no le des migajas porque él te lo da todo, solo porque te ama.

¡Te amo Jesús, fortaleza mía!

Autora: Blanca Rosa Valles Beltrán

Escrito para www.devocionaldiario.com