Devocional – Mene, Mene Tekel, Uparsin

MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN

mene-mene-tekel-uparsin“Y la escritura que esculpió [es]: MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN”.

Daniel 5:25

Quiero contarte una historia verídica:

En una ocasión el rey Belsasar, hijo de Nabucodonosor, llevó a cabo un gran banquete para todos sus príncipes y princesas, fue tanta la celebración que incluyeron en ella bebidas que los hicieron perder la razón, a tal grado que el rey Belsasar mandó a traer los instrumentos de oro y plata del templo, que se encontraban en Jerusalén, estos instrumentos eran santos, habían sido diseñados y forjados para el Lugar Santo y el Lugar Santísimo del templo de Dios, y este rey los mando a traer para tomar y embriagarse en ellos.

Fue tanta la falta de respeto y de prudencia del rey, como la gota que derramó el vaso, que dice la Biblia que del cielo descendió una mano y escribió MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN.

Esto significa:

MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin, en otra versión de las Sagradas Escrituras dice “lo ha rematado».

TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto.

PERES: Tu reino ha sido roto, y es dado a [los] medos y [a los] persias.

Al meditar sobre esta escritura, Dios hablaba a mi vida y me pedía que compartiera con todos los lectores, que es tiempo de afirmarnos en el Señor, que dejemos de jugar al evangelio, que ya no perdamos el tiempo en cosas que no son importantes, porque a la hora menos esperada Dios puede manifestarte en tu vida y tal vez no va a decirte que está cansado de todas las cosas que haces mal, o que va a entregarte a tus enemigos, como lo hizo con el rey Belsasar, pero sí quiere decirte que no le gusta verte pecar, que te ama pero aborrece el pecado del cual estas siendo participe.

Creo que ninguno de nosotros queremos que Dios mismo escriba en nuestras habitaciones algo como lo que le escribió al rey Belsasar, ninguno esperamos que Dios nos diga que nuestro ministerio le ha puesto fin a causa de nuestras iniquidades y terquedades de continuar haciendo lo que a Él no le agrada, los cristianos cometemos el error de querer estas sirviéndole a Dios y continuar haciendo las cosas que el mundo hace, a Dios no le agrada que como sus hijos nos comportemos de esa manera; abusamos de la libertad que Dios nos ha dado y la convertimos en libertinaje.

Otra parte de la inscripción en la pare hace referencia a ser pesados y ser hallados faltos, una pesa adulterada nunca nos dará el peso real de las cosas, nuestras vidas cada día son evaluadas por Dios, el único que puede medir nuestra espiritualidad y puede juzgar nuestras acciones (tanto las buenas como las malas), es tiempo que como cristiano procuremos que a la hora que Dios evalúe nuestras vidas podamos ser hallados sin peso adulterado, faltos en espiritualidad, búsqueda de la oración, faltos de la lectura de la Palabra…

Que cuando Dios decida pasarnos un examen para ver como nos encontramos espiritualmente que no lo reprobemos, que todas nuestras acciones vallan dirigidas a agradarlo a Él.

Y por último no permitamos que Dios nos quite lo que más apreciamos, que nos quite un ministerio por no hacer lo que al Él le agrada, que no nos castigue (porque te cuento que Dios como todo buen Padre también castiga) por las acciones que estamos cometiendo y que a Él no le agradan, mejor estar cada día en la presencia de Dios que mil días lejos de ella, para así ser encontrados haciendo la voluntad de Dios y no la nuestra.

Estas líneas me las ha dictado Dios y no sé quien necesite de ellas, lo que sí sé es que aún estamos a tiempo de poder enmendar nuestros errores y buscar la presencia de Dios para que Él se agrade de nosotros y un día nos pueda decir “Buen siervo y fiel, en lo poco me fuiste fiel, en lo mucho te pondré” así que es tiempo de reflexionar qué estamos haciendo con nuestra vida cristiana, si estamos agradando a Dios o estamos decepcionándolo con nuestras acciones.

DIOS QUIERE RESTAURAR TU VIDA, TU MINISTERIO, TU MATRIMONIO, TU FAMILIA, SIEMPRE Y CUANDO TU SE LO PERMITAS. NO VALLA A SER QUE LUEGO SEA DEMACIADO TARDE Y NOS ENCUENTRE FALTOS.

Autor: Rene Pleitez

Escrito para www.devocionaldiario.com

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