Reflexiones Cristianas – La Unidad
La Unidad
La base del cuerpo es la unión de sus miembros. En lo individual somos paja que se lleva el viento, pero unidos somos una fortaleza impenetrable reforzada con concreto. Ese concreto es la sangre del cordero derramada para edificar el más grande templo. La iglesia está fundada sobre la sangre de Jesucristo que unió lo que el pecado había dividido.
En el cuerpo existe todo lo necesario para edificar la más grande obra y en todos los miembros ha sido depositada una porción de material que complementará a las otras. A unos les hizo Pastores para dar dirección a los obreros, a unos los hizo Maestros para interpretar los planos de construcción, a otros les hizo Profetas para ver más allá de la fundación, a otros les hizo Evangelistas para reclutar mas obreros para la obra y en todos ha depositado las herramientas (Dones del espíritu) necesarias para completar su parte de la obra.
Y solamente unidos harán resplandecer la más grande obra. ¿Pues cómo podría dirigir el Pastor la construcción si no ha consultado antes con el departamento de planeación (Espíritu Santo y Profetas)?, ¿O como podrían los Maestros dar cursos de capacitación si el departamento de reclutamiento (Evangelistas) no estuviera contratando obreros?
La unidad desde el principio fue diseñada para durar, el hombre fue creado para estar unido en divinidad con Dios y ser Su deleite, el jardín del Edén fue diseñado para unir lo terrenal con lo celestial, la mujer fue diseñada para estar unida al hombre en una sola carne y ser su deleite.
Pero esa unidad que fue diseñaba duradera ha sido dividida por el pecado, el hombre cayó y perdió su divinidad, por su desobediencia perdió su pedazo celestial en la tierra, y fornicando ha dividido lo que fue diseñado para ser una sola carne.
La única arma del enemigo es la división y ella se ha encarnado en los hombres, la división es mensajera de satanás y es justificada por el orgullo humano. Comienza deseando lo que otros obreros tienen, y justificada por el orgullo comienza a realizar planos propios y con mentiras disfrazadas sustenta su postura hasta reclutar obreros confundidos en su sindicato. Los sindicatos en el cuerpo de Cristo son formados por personas que tienen más celo por su obra personal que por el templo que han sido llamados a edificar.
Estos sindicatos son permitidos por el Señor para preparar a los auténticos obreros para la siguiente obra, estos sindicatos le sirven al Señor para probar la calidad de la edificación en tiempos de mal clima y una vez que han servido su propósito; Él les reubicará en sus antiguas compañías o si tuviere misericordia les permitirá permanecer en algún otro sindicato en otra obra que quisiera Él hacer pruebas.
Teniendo en cuenta esto hermanos, rechacen e ignoren la división y alimenten la unidad. En el cuerpo de Cristo está todo lo necesario para Su obra, pero está distribuido en todos sus miembros. Solo tenemos que aprender a ubicarles, a unos hermanos les ha dado mucho financieramente para que lo compartan con el necesitado, a unos les ha dado muchas cargas para que el fuerte les ayude a sostenerse, a unos les ha dado corazones duros para que sean ablandados por los misericordiosos, a unos les ha dado gran valentía para alentar aquellos con falta de arrojo.
En conclusión hermanos, la base de todo es y será la UNIDAD, púes Él descendió de su trono para unir lo que el pecado había dividido y con Su sangre les ha redimido para que juntos edifiquen la más grande obra.
Autor: Richy Esparza
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