¡Cuidado! Con lo que tú llamas: Exhortar

Tema: «Cuidado con lo que tú llamas: Exhortar»

Texto: San Mateo 26: 51

“Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja”.

Este pasaje bíblico encierra una gran enseñanza. Los soldados acaban de llegar a arrestar a Jesús, mientras estaban en el Getsemani orando. Cuando los discípulos vieron que lo querían aprender, actuaron de una forma equivocada, dejándose llevar por las emociones humanas, como muchos de nosotros hacemos.

La Palabra narra como Pedro sacando su espada hirió a un siervo del sumo sacerdote que se llamaba Malco. (San Juan 18: 10)
Dice la Biblia que le cortó la oreja, sinceramente les digo que no creo que le halla apuntado a la oreja, mas que creo que Malco quiso esquivar la espada que a lo mejor iba hacia su cuello, pero su oreja no logro salvarse.

Al igual que Pedro nosotros muchas veces hemos tenido reacciones sorprendentes, esa clase de reacciones que cortan orejas y en algunos casos logramos cortar cabezas. Hay personas que creen que diciendo las cosas tal y como son, como decimos en mi país: claro y pelado, creen que están haciendo lo mejor.

¿Cuánta gente de nuestras iglesias se ha ido porque no hemos sido corteses a la hora de llamarles la atención?, ¿Cuántos de nosotros andamos con la espada desenvainada queriendo “exhortar” a nuestra gente?

Señores, Exhortar no es REGAÑAR, ¿Quién les ha dicho a ustedes que cuando quieren exhortar a alguien tienen que regañarlo?, por no saber exhortar muchos han cortado orejas de personas que queriendo escuchar una palabra de aliento no lo han podido hacer porque ustedes le sirvieron de obstáculos, puesto que queriendo hacer un bien, hicieron un mal.

Lideres que me leen, no te creas el súper espiritual y trates a tus ovejas como a criados tuyos, son tus ovejas no tus criados, ámalos, búscalos, ayúdales, háblales de la Palabra, enséñales con amor y no con regaños.

Lastimosamente muchas veces hemos sido los causantes de que muchas orejas ya no estén asistiendo a la Iglesia, hemos corta tantas que hasta perdimos la cuenta. Que lastima que aun no hemos entendido de cual evangelio predicamos, ni a que Dios pertenecemos, puesto que mi Dios es un Dios de amor.

Las personas necesitan oír palabras que redarguyan su vida, que los haga ver los errores en los que están cayendo, que los anime a buscar mas de Dios y que los haga mejores cristianos. ¿Pero realmente estamos obrando de esa manera?, ¿Estamos amando a los débiles de en la fe, a tal punto que los hacemos fuertes?

Amigo mío, Jesús no te pide que cortes orejas, ni mucho menos cabezas, es mas, cada vez que tu cortas una oreja, el con todo amor la recoge y las vuelve a poner en su lugar, para enseñarte que no es esa la forma de tratar a las personas.

Dios quiere que exhortes pero con amor y respaldado con la Palabra y con la unción de El, puesto que de otra forma seguirás cortando orejas, no hablo de chinchinear pecados de las personas, hablo de hacerles ver el error en que han caído y hacerlos volver al redil correcto, pero con amor y autoridad de Dios, no por una simple emoción humana que te lleve a decir cosas que tu crees que son las correctas y que luego te arrepientas de haberlas dicho.

Ya no es tiempo de seguir cortando orejas, esas reacciones no son del agrado de nuestro Señor, es momento de enseñar con amor y autoridad divina el camino correcto.

Autor: Enrique Monterroza

Escrito para: https://reflexionesydevocionales.blogspot.com

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