Devocional – ¡Perdonado!
Tema: «¡PERDONADO!»
Lectura: Salmo 103:1-12
«Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado» Salmo 32:1
Una madre acababa de arropar bien a su hijito, y esperaba escucharle orar. Pero él se había portado mal ese día, y ahora eso le estaba molestando. Así que dijo: «Mamá, quiero que ahora te vayas y me dejes. Quiero orar solo».
Percibiendo que algo andaba mal, le preguntó: «Beto, ¿tienes algo que decirme?» «No, mami -respondió-. Tú simplemente me reñirías, pero Dios me perdonará y lo olvidará».
Ese niñito entendía uno de los mayores beneficios de la salvación – la realidad del perdón de pecados. La Biblia indica que en Cristo «tenemos redención por Su sangre, el perdón de pecados» (Colosenses 1:14). Los que hemos recibido al Señor Jesús como Salvador disfrutamos de la libertad de la condenación eterna por el pecado (Romanos 8:1), y también podemos tener perdón y purificación diarios (1 Juan 1:9).
El apóstol Pablo dijo que la salvación provee estos beneficios adicionales: somos justificados (Romanos 3:24), y estamos en paz en Dios (5:1).
Nunca debemos tener la idea de que el Señor toma nuestros pecados a la ligera. Pero cuando reconocemos nuestra culpa con verdadero arrepentimiento, Dios está listo para perdonarnos a través de lo que Jesús hizo en la cruz. A nosotros nos corresponde aceptarlo.
Cuando Dios perdona un pecado, nunca lo vuelve a sacar a colación.