Las Heridas de un Amigo

Tema: «LAS HERIDAS DE UN AMIGO»

Lectura: 2 Samuel 12:1-13

correccionNo todos aprecian la correción pero David sí la apreciaba. Él se sentía en deuda con aquellos que les corregían y se daba cuenta de lo mucho que les debía. «Que el justo me castigue; será un favor, y que me reprenda será un excelente bálsamo que no me herirá la cabeza» (Salmo 141:5).

David insiste en que la correción es un favor, una palabra que sugiere un acto de lealtad. Los amigos leales corregirán unos a otros, aún cuando hacerlo sea doloroso y perjudicial para las relaciones. Es una de las maneras en las que mostramos amor y nos ayudamos unos a otros a fortalecernos. Como lo declara Proverbios 27:6 «Fieles son las heridas del que ama».

Se requiere de gracia para impartir correción piadosa; se requiere de una gracia mayor para recibirla. A diferencia de David, quien aceptó la corrección de Natán (2 Samuel 12:13), nosotros estamos inclinados a rechazarla. Nos molesta la interferencia; no queremos que nos descubran. Pero, si aceptamos la reprobación, encontraremos que efectivamente ésta se convierte en «excelente bálsamo» sobre nuestras cabezas, una unción que hace de nuestras vidas un dulce aroma por dondequiera que vayamos.

Algunas veces, crecemos en gracia por medio de la amable pero desagradable correción de un amigo leal. No la rechaces, por cuanto «el que guarda la correción vendrá a ser prudente» (Proverbios 15:5) y «sabio» (9:8-9).

Reflexión: La corrección de un amigo leal puede ayudarnos a cambiar para mejor.

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