El Dolor es desagradable
Tema: «EL DOLOR ES DESAGRADABLE»
Lectura: 1 Tesalonicenses 4:13-18
El 4 de noviembre de 1970, un accidente de avión le quitó la vida a la mayoría de los miembros del equipo de fútbol americano de la Universidad Marshall, a su personal de entrenamiento y a muchos líderes de la comunidad de Huntington, West Virginia. Setenta y cinco personas murieron en el accidente, lo cual destrozó a la universidad y la comunidad.
Paul Griffen y Annie Cantrell fueron dos de las personas que perdieron a sus seres queridos allí. Sus historias se cruzaron porque el hijo de Griffen, Chris, era el prometido de Annie. Cuando Chris murió, sus vidas quedaron inmersas en un año de dolor que parecía insoportable. ¿Por qué? Porque, tal y como Paul se lo dijo a Annie en la película que se hizo sobre esta tragedia, «el dolor es desagradable».
Tenía razón, el dolor es desagradable. Todos sufrimos en uno u otro momento, incluyendo a los que somos seguidores de Cristo. Sin embargo, para el creyente hay algo más allá de las lágrimas, el sufrimiento y la pérdida. Hay esperanza.
Al escribirle a los miembros de una iglesia que habían visto a sus seres queridos ser llevados a la muerte, Pablo reconocía la realidad del sufrimiento. Pero los desafió a no «entristecerse como los otros que no tienen esperanza» (1 Tesalonicenses 4:13). La pérdida y la muerte son parte de la vida, pero los creyentes pueden enfrentarlos, sabiendo que los cristianos jamás se despiden para siempre. Podemos consolarnos unos a otros (v. 18) con la esperanza de la resurreción y una reunión futura.
Reflexión: Porque Cristo vive, la muerte no es una tragedia sino un triunfo.