Escucha, no sermonees.
Tema: «CUANDO NO SABEMOS QUÉ DECIR»
Lectura: Job 6:1-14
Roy Clark y su padre se sentaron en el automóvil familiar en el estacionamiento de la funeraria por varios minutos. Como adolescente que era, no supo cómo responder cuando su padre puso la cabeza entre sus manos y gimió, «¡no sé que decir!»
Una amiga de su iglesia había sufrido un accidente automovilístico. Ella había sobrevivido, pero sus tres hijas murieron cuando un camión chocó contra su vehículo. ¿Qué podían decirle a su amiga en un momento como éste?
En la Biblia se nos dice que, durante el tiempo de sufrimiento y llanto de Job, sus tres amigos vinieron a hacer duelo con él y consolarlo. Durante los primeros siete días se sentaron y sollozaron con él porque tenía un gran dolor (Job 2:11-13). «Nadie le dijo una palabra, porque veían que su dolor era muy grande» (v.13). Sólo su presencia ya era un consuelo para él.
Pero después comenzaron a sermonearle. Le dijeron que probablemente había pecado y que Dios estaba castigándole (4:7-9).
Cuando Job finalmente pudo contestar, les dijo a sus amigos lo que necesitaba de ellos. Les pidió razones para seguir teniendo esperanza (6:11), amabilidad (v.14), y palabras que no supusieran (v. 29-30).
Recordar la historia de Job y sus amigos puede ayudarnos cuando no sabemos qué decir.
Reflexión: Cuando alguien está sufriendo y llorando una pérdida, escucha, no sermonees.