Rechazando la Ayuda
Tema: «RECHAZANDO LA AYUDA»
Lectura: 2 Reyes 5:9-14
En 1869, John Roebling soñó con construir un puente enorme sobre el río East desde Brooklyn hasta Manhattan. Desafortunadamente, al inicio del proyecto su pie fue aplastado en un accidente. Durante el proceso de recuperación, Roebling insistió en que sabía lo que era mejor para él y se hizo cargo de su propia atención médica. Después de rechazar la ayuda, comenzó a mostrar señales de tétanos. Antes de que pasara mucho tiempo, la mandíbula de Roebling se había bloqueado en una sonrisa permanente. Los ataques y la demencia lo acosaron hasta su muerte semanas más tarde.
La Biblia registra una historia acerca de una persona independiente que se mostró reacio a aceptar la ayuda que se le ofreció. Naamán, un gran guerrero de Siria, sufría de lepra. Buscó al profeta Eliseo para que le sanara, pero tenía ideas preconcebidas en cuanto a cómo debía realizarse la sanidad. Así que, cuando Eliseo envió a su mensajero para que le dijera a Naamán que se zambullera siete veces en el Río Jordán, éste se enfureció. Pero los propios siervos de Naamán le dieron el sabio consejo: «Si el profeta te hubiera dicho que hicieras alguna gran cosa, ¿no la habrías hecho?» (2 R. 5:13). Y así Naamán siguió las sencillas instrucciones del profeta y fue curado de su lepra.
Dios nos da dones para ayudarnos unos a otros (1 Co. 12:7). Pero la autosuficiencia cierra la puerta para recibir la ayuda que tanto necesitamos. Seamos abiertos a la mano ayudadora que Él provee.
Reflexión: El primer paso para recibir ayuda es la humildad.