Tema: «Con la música por dentro»
Lectura: Salmos 98
El autor del Salmo 98 también tenía una canción en el corazón. Llamó a otros para que se le unieran y cantaran «al SEÑOR un cántico nuevo porque ha hecho maravillas» (Salmos 98: 1). Alaba a Dios por Su salvación, Su justicia, Su misericordia y Su fidelidad (Salmos 98: 2-3). El corazón del salmista estaba tan rebosante de alabanza que llamó a la tierra para que prorrumpiera en canto, a los ríos para que aplaudieran con las manos, y a los montes para que estuvieran gozosos (Salmos 98: 4, 8 ).
Nosotros también tenemos tanto por qué estar agradecidos – la buenas dádivas de Dios de una familia, amigos y Su diaria provisión para nuestras necesidades. Él cuida de nosotros, Sus hijos, fielmente.
Puede que no seamos capaces de cantar bien. Pero cuando recordamos todo lo que Dios es para nosotros y todo lo que ha hecho por nosotros, no podemos sino «prorrumpir y cantar con gozo» (Salmos 98:4).
Reflexión: La alabanza es el desbordamiento de un corazón gozoso.