El Báculo Impotente

EL BÁCULO IMPOTENTE

Hay momentos en los que procedemos de cierta manera ante una situación límite con un método, o peor aún, con algún objeto, pensando que Dios se va a mover de la misma manera en pudo moverse en otra ocasión. Cada cosa tiene su lugar y función. Dice la biblia:

Guiezi, que se había adelantado, llegó y colocó el bastón sobre la cara del niño, pero éste no respondió ni dio ninguna señal de vida. Por tanto, Guiezi volvió para encontrarse con eliseo y le dijo: El niño no despierta. 2 Reyes 4:31 (NVI)

El báculo era del profeta Eliseo, y era indudablemente un buen báculo, bien idóneo para cumplir la misión de báculo, pero impotente para dar vida a un muerto. Hay un montón de cosas que son muy buenas como ayuda en su sitio, pero resultan impotentes para salvación.

“el niño no despierta…” podemos decir que la crianza religiosa es un buen bastón en la instrucción desde la niñez para honrar y respetar lo religioso pero, confiar en ello creyendo que se está capacitado para El Reino de Dios es un terrible error.

Hay muchas cosas en las que solemos apoyarnos equivocadamente. Las buenas obras; éstas son buenas pero el apoyarse en ellas para que se abran los cielos nos hace andar jactándonos de nosotros mismos no sintiendo deuda con nadie y confiando en lo que hemos hecho sin poder ver lo que no hemos hecho. Es apoyarse en brazo de carne y rehusar el poderoso brazo de Dios.

El bastón o báculo del conocimiento de las escrituras; éste es un buen barniz. Esta muy bien escudriñar las escrituras pero, apoyarse en el conocimiento de ellas para salvación es no entender y quedar ajenos a la nueva vida en Cristo la cual es engendrada por el Espíritu Santo. Un síntoma de estar apoyado en este bastón es tener en los labios la frase “esto lo he sabido todo desde la juventud” y no aceptar ningún tipo de corrección.

También la fe histórica, parece ser un apoyo fuerte; creemos en la biblia, en la confesión de fe; en cielo y el infierno; en demonios y ángeles; en Cristo y en el diablo y todo lo que está en la biblia pero, si lo creemos como algo histórico y no como principios que se nos revelan por el Espíritu Santo; entonces estamos muertos en vida.

Apoyarnos en el báculo o bastón de la crianza religiosa; en el de la oración regular; en el de las buenas obras; en el báculo de la parentela piadosa; en el de la membrecía eclesial; en el del conocimiento de las escrituras o en el báculo de la fe histórica no nos hace vivir; lo que nos da vida eterna es tener a Cristo.

Autor: Gustavo J. Iriart

Escrito para www.destellodesugloria.org

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