Viendo lo que Dios ve – Devocionales

VIENDO LO QUE DIOS VE

Siempre que el Señor levanta a una persona para realizar una tarea de evangelización total e indispensable (porque el Señor quiere que todos procedan al arrepentimiento) existe un grupo que se opone. La biblia nos enseña que debemos mostrar las grandes obras de nuestro Dios a través de un buen testimonio, de predicar su palabra, de congregarnos siempre y por sobre todas las cosas, de estar siempre unidos. En esto se conocerá que somos sus discípulos.

Dice la Biblia: Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para la sinagoga de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este camino, los trajese presos a Jerusalén. Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quién tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer. Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, más sin ver a nadie. Hechos 9:1-7 (VRV’60)

La conversión de Pablo fue toda por pura gracia; Dios repentinamente irrumpió en su misión asesina y por gracia le transformó en una nueva persona.

Aquí hay principios que se muestran ante nosotros. Hay muchas personas alrededor nuestro, que están de acuerdo hacia dónde vamos y todo; que nos acompañan, que oran con nosotros, que leen la biblia con nosotros pero, según el relato bíblico, oyen a la verdad la voz de Dios, pero no tienen la visión que nos es revelada.

En el mover del Espíritu Santo, no todos se atreven a meterse; algunos miran la cruz y creen que Jesús murió por ellos, y nada más, luego se quedan allí contemplando; otros aman profundamente de verdad al Señor y se atreven a pasar por dicha cruz. Son estos últimos los que alcanzan la revelación de la visión del Señor.

Jesús tenía muchos discípulos pero tenía doce apóstoles, y entre esos doce había solo a tres que les permitió ver la transfiguración (revelación, visión) en el monte. Él también dice que el que con Él no junta, entonces desparrama.

Si nosotros estamos viendo el mover del Espíritu de Dios en un lugar y no nos hacemos parte de ese mover, entonces somos del bando de los que desparrama, o sea, estamos en contra del propósito del Señor.

Si yo no creyese que Dios dio la visión de esta página para el propósito de extensión del reino, entonces jamás me hubiera sumado al extendérseme el privilegio de dicha participación. Dios bendiga y recompense a todas las personas que trabajan en destellosdesugloria; y espero ser un aporte positivo.

Hay una historia que también ilustra este principio. Está en el libro de Reyes y dice:

Dijo entonces Eliseo: Oíd palabra de Jehová: Así dijo Jehová: mañana a estas horas valdrá el seah de flor de harina un siclo, y dos seahs de cebadas un siclo, a la puerta de Samaria. Y un príncipe sobre cuyo brazo el rey se apoyaba, respondió al varón de Dios, y dijo: si Jehová hiciese ahora ventanas en el cielo, ¿sería esto así? Y él dijo: He aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello. 2 Reyes 7:1-2 (VRV’60)

La capital fue sitiada y la comida más berreta costaba cifras exorbitantes; algunos, a causa de tal necesidad comenzaron a cometer canibalismo; en ese momento, el profeta del Señor suelta una palabra de parte de Dios. Había tanta hambre que era difícil creer que en tan poco tiempo se revirtiera tal situación.

Lo que pasa que es por fe. La mayoría de las personas, al no conocer en intimidad a Dios, no puede creer que Él puede cambiar las cosas, por más difícil que parezca. Todo lo filtran a través de la razón y, en lo que se refiere a visión y propósito de Dios, primero se entra por fe, luego se obedece y después se razona.

Lo cierto es que a la hora señalada del siguiente día, sucedió tal como el profeta dijo. El señor se valió de un ruido y cuatro leprosos para cumplir con lo que había prometido, hacer huir a los que sitiaron la ciudad, dejando todo el botín y muchísimas provisiones; fueron dadas las buenas nuevas a los habitantes de Samaria y, el opositor, el incrédulo, aquel que dudó de la palabra de Dios fue atropellado por la muchedumbre, ya que estaba a la puerta de la ciudad; cumpliéndose así lo que el profeta había dicho.

No son pocas las personas que se paralizan por el miedo al Espíritu Santo y a causa de ello no reciben toda la bendición que Dios tiene para ellos. La biblia dice: El temor de YHVH es el principio de la sabiduría. Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia. Proverbios 9:10 (Biblia Textual) Vale decir que al tener el Espíritu Santo en nosotros nos da discernimiento, nos revela al Cristo y, por ende, abrimos nuestro corazón al amor de Dios, el cuál desecha todo temor.

¡Creed en YHVH vuestro Dios y permaneceréis firmes! ¡Creed a sus profetas y triunfareis!

2 Crónicas 20:20b (Biblia Textual)

Autor: Gustavo J. Iriart

Escrito para www.destellodesugloria.org

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