…como tú – Reflexiones

…como tú

Hay una película que me encanta y que veo cada vez que tengo la posibilidad de hacerlo. Nunca me aburro, hasta he llegado a aprenderme parte del parlamento. Me gusta la historia, los personajes, los lugares en donde está filmada, pero principalmente me gustan algunos mensajes que deja para los espectadores.

La protagonista de la historia está en un proceso de búsqueda personal y de Dios y dentro de este camino logra conectarse con ella misma pero también con Cristo. En una de las escenas de la película después de mucho recorrer, llorar, sufrir, equivocarse, herir, ser herida, deprimirse y  perder la esperanza, hay un momento en que respira profundo y declara: “Dios vive en mí, como yo”.

Tremenda declaración ¿Esto quiere decir que mientras hacemos esfuerzos sobrehumanos por ser de otra manera para que Dios nos acepte y viva en nosotros, sólo debemos preocuparnos por ser tal como somos? Sí, exactamente de eso se trata.

No me malinterpretes, no estoy diciendo que puedes hacer lo que quieras y no tendrás consecuencias, porque éstas inevitablemente llegarán. Tampoco estoy diciendo que no busques cada día ser mejor y alegrar el corazón de Dios. Lo único que estoy diciendo (mas bien repitiendo) es que Dios vive en ti tal como tú eres, Él te conoce porque Él te formó, sabe lo que te gusta y lo que no, lo que te cuesta mucho trabajo y lo que te es más fácil, sabe cuáles son tus debilidades y tus fortalezas, lo SABE TODO y aún sabiéndolo todo, decidió hacer una residencia dentro de ti. No necesitas parecerte a nadie, no necesitas hablar como otra persona, no necesitas aparentar una santidad que no es real, no necesitas estar siempre alegre y optimista…TAL COMO TÚ ERES, ERES PERFECT@ PARA QUE DIOS VIVA EN TI.

No sé si a ti te impacta esto, pero a mí sí. Tal vez yo soy del grupo que no entendió inicialmente muy bien el milagro de la gracia y Dios tuvo que encargarse de explicármelo personalmente, pero pensar en que no hay NADA que yo tenga que hacer para que Dios viva en mí (salvo invitarlo a vivir en mí) me para los pelos. Luché muchos años por ser de una manera, pensando que sólo de esa manera podría agradar a Dios, pero de pronto descubrí que, aún con lo malo que tengo, DIOS QUIERE VIVIR EN MÍ TAL CUAL SOY. Esa aceptación incondicional, sacarme el peso de encima de tratar de ser perfecta alivió mi vida y me hace disfrutar hoy de una experiencia única, que me inunda  y que me hace querer ser mucho mejor, y esta vez no para que por ser mejor Dios viva en mí, sino que porque Dios vive en mí ¡YO SOY MEJOR!

¿Te animas?

Autora: Poly Toro

Escrito para www.destellodesugloria.org

COMPARTE


Ahora puedes comentar con tu cuenta de Facebook: