Reflexión: La Novia

Un Destellito En Las Manos De Dios

campana noviaCorría el año 1650 en Inglaterra, una de las cuatro naciones que conforman a Gran Bretaña, y en cierto lugar un hombre joven fue condenado a morir en la horca. Lo duro de esta situación es que era inocente. El muchacho era el novio de una linda mujer, y se amaban. La chica intentó por todos los medios salvar a su novio de una muerte segura, apeló a todos, a personas influyentes e incluso al Primer Ministro Cromwell, y ninguna gestión resultó. Una de las instancias que le quedaba era convencer al viejo campanero, para que no tocara las campanas a la hora del crepúsculo, oportunidad en que se llevaría a efecto la ejecución, pero fue inútil. Cuando el reo fue llevado al cadalso, todos esperaron que sonaran las campanas, porque los jueces habían determinado que en ese momento se debía proceder, y antes de esconderse el sol. Pasó el tiempo, el sol se ocultó y las campanas no repicaron. Resultó que la novia, con el afán de salvar a su novio de la muerte, se colgó del badajo, pieza que al golpear la campana la hace sonar, y cuando el viejo campanero, casi sordo, tiraba de la cuerda, la muchacha era empujada hacia la campana golpeando sus manos hasta sangrar. Cuando la vieron aparecer, todos se sorprendieron por lo que había hecho, y coincidían  que había sido una tremenda prueba de amor, que incluso hizo que el Primer Ministro perdonara a su novio.

La Novia

Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, de cierto lo menospreciarían. Cantares 8: 7

 

La novia amaba a su novio y no estaba dispuesta a estar sin él, para mantenerlo con vida estuvo dispuesta a sacrificar su propio cuerpo. Las circunstancias le eran adversas pero no se desalentó, sino que siguió adelante y todo por amor hasta lograr lo que parecía imposible. Un amor así, expresa la Biblia, es capaz de resistirlo todo, y hacerlo todo también, ese tipo de amor es el que quiere el Señor Jesús. Un amor sin pausas, entero, y absoluto es el que se debe sentir por Él, y el mayor ejemplo de entrega por amor, proviene de Jesús mismo, que no tuvo reparos en dar muestra visible que amaba a cada una de las personas, sin importar condición. A la novia del relato, no le importó que sus manos fueran molidas por el badajo, y de la misma forma a Jesús no le importó que sus manos fueran heridas por los clavos de la cruz.

Por: Oscar Olivares Dondero

Escrito para: www.destellodesugloria.org

 

 

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