Fe es lo que no veo con lo físico, lo veo con el espíritu

Fe es lo que no veo con lo físico, lo veo con el espíritu

Fe es lo que no veo con lo físico, lo veo con el espíritu

La fe tiene momentos para mostrarse; la vida se encarga de eso. Esas situaciones inesperadas que le darán a tu fe la oportunidad de brillar o no. Las bendiciones de ayer son las garantías de que Dios obrará en mi presente. Dios ha transformado mi ayer doloroso en una fortaleza.

El ciego no tiene imágenes, pero la fe te mete imágenes, no te veías sano porque no tenías antecedentes y ahora empiezas a ver lo que antes no veías, por eso los discípulos dijeron cuando vieron a Jesús: “es un fantasma” porque no se imaginaban a alguien caminando por el agua.

Al cieguito cuando le preguntaron les dijo: “lo que yo soy no depende de lo que ustedes digan sino de lo que Dios dice de mí” contestamos de acuerdo al nivel de fe que tenemos cada uno. Él lo único que dijo fue: “yo lo único que sé que Él me untó, me lavó y ahora veo” por decir eso lo echaron de la sinagoga y fue bendecido por esto.

A veces cuando te echan te bendicen, porque Dios te va a volver a buscar para hacerte crecer en fe.

El ciego estaba fuera del templo porque no podría entrar, porque solo entraban los VIP y le preguntaron quién había pecado si él o sus padres, podría haber heredado una maldición ¿Cuál fue el origen? no importa de dónde vinieron los problemas, Jesús le dijo: tu futuro será de victoria.

¡No sé porque nací ciego pero lo que sí se sé es que mi mañana va a ser bendecido!

Jesús hace barro: ¿por qué no agarró agua? ¿Por qué le puso barro y le dio un escupitajo? porque el hombre nace del barro y Jesús puso algo suyo en él para hacer “barro nuevo”, un nuevo génesis, un nuevo comienzo. El barro viejo no veía, no prosperaba, estaba solo.

“ve a lavarte en el estanque de Siloé”: ¿Dónde estaba ese estanque? está a 750 metros, el cieguito bajó esos metros, no solo estaba sanando en lo físico sino de la cabeza, lo sanaba de la dependencia de la gente, porque seguramente yendo de camino al estanque se chocaría con todo el mundo; eso se llama síndrome de indefensión, cuando quieres algo y no puedes se te activa este síndrome. Este síndrome provoca una “adaptación psicológica”, es una salida posible que encuentran las víctimas para procesar el dolor, sienten que es una situación sin salida ante la que no hay nada que puedan hacer. Pero este hombre había sido tocado por Jesús y estaba por revertir todo el dolor de su pasado, ahora recuperaría su dignidad de persona.

El ciego se lava y por primera vez se ve a sí mismo porque lo primero que tienes que saber es quien eres.

La fe es una manera de ver ¿te ves en súper victoria? Seguramente te habrás cruzado en la vida con personas que te descalificaron que quisieron formar de vos una imagen de discapacidad. Lo más difícil es romper con las imágenes negativas. No te veas en debilidad, mira tus fortalezas, ¿qué es lo que haces mejor que nadie? Recuerda cada palabra de validación que hayas recibido, arráigala en tu mente y en tu espíritu y no te detengas. La primera persona que debe darse estima eres tú. El primero que debe amarse, valorarse, afirmarse y darse seguridad es uno mismo.

Muchas personas escuchan un mensaje y lo creen, pero cuando llegan a su casa dicen: “No creo que lo reciba”, y así se preparan para el fracaso. No juegues con Dios, Dios quiere ver tu fe y que imagines su mano soltando la bendición que destinó para ti. Mírate con toda tu familia alrededor de una mesa, todos orando con una unción poderosa que ha caído en esa casa única y especial; mira a tu familia adorando en la iglesia, a tu marido, a tus hijos, a tus sobrinos, a tus tíos, mira el lugar donde se encuentran parados con las manos levantadas adorando, porque recibirás todo lo que te veas recibiendo y aún mucho más.

Por Silvia Truffa

Escrito para www.destellodesugloria.org

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