Construyamos la Iglesia sobre fundamentos estables

CONSTRUYAMOS LA IGLESIA SOBRE FUNDAMENTOS ESTABLES

Basado en: Deuteronomio 11: 18-23

INTRODUCCIÓN

Hace unos años atrás fui con mi hermano a una de sus edificaciones, este era construido en una playa al sur de Lima. Lo que me llamó la atención esta edificación era que estaba siendo levantado a orillas del mar, y las ollas reventaban muy cerca del edificio. Le pregunte, como vas hacer que no se caiga a consecuencia del mar y me contesto que estaba siendo anclado en las rocas.

De la misma forma nosotros mismos debemos de levantar la Iglesia sobre la roca que es Cristo, y nada ni nadie la moverá, y ningún espíritus de apatía, desanimo, rebeldía y confusión podrá entrar a nuestras vidas para frenar la obra de Dios que quiere hacer en ella.

No podemos permitirle al enemigo que nos detenga, ni que nos invada nuestra mente. Tenemos que  seguir renovando nuestra manera que pensamos, tenemos que concentrarnos en lo que Dios está  haciendo en nuestra vida y cual es Su voluntad perfecta para nosotros, y mirar hacia el futuro y lo que va hacer en nosotros.

Romanos 12:2 nos dice: “No os conforméis a este siglo, sino  transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que  comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.

Ahora para que los fundamentos que habla en Deuteronomio 11:18-23 pueda hacerse rema en nosotros  debemos tener presente 3 cosas, el Intelecto,la Voluntady las Emociones.

I. RESPONSABILIDAD DE DESARROLLAR NUESTRO INTELECTO

El intelecto o la mente nos permite pensar, comprender, recordar o imaginar, y ésta área Dios nos la ha entregado para desarrollarlo con responsabilidad.

Pero para esto debemos desarrollar nuestra mente primero, haciendo 3 cosas:

1.1   Alimentar nuestra mente con la Palabra de Dios.

Pablo nos enseña que la Iglesia deseada es aquella que es edificada sobre el fundamento de la Palabra de Dios. No debemos de salir o tratar de edificar fuera de ella o sobre experiencias de hombres de Dios.

Alimentemos primero nuestra mente con la Palabra de Dios antes de alimentarla con buenos e interesantes libros o con buenas predicas de predicadores reconocidos mundialmente en la radio o televisión.

1.2   Disciplinar nuestra mente.

Muchas veces sabemos demasiada Biblia, como de teología, pero no la hemos puesto en práctica los fundamentos de la Palabra de Dios en nuestras vidas. Es necesario que nos disciplinemos cada uno de nosotros para hacer las cosas que Dios nos manda hacer, no permitamos que la mentalidad del mundo entre a nosotros.

Si una Iglesia o ministerio te pide que le vendas sin factura, no lo aceptes y dale su factura, te imaginas a Cristo no pagando los impuestos?

1 Corintios 2:16

“Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá?, mas nosotros tenemos la mente de Cristo”.

1.3.  Comparte tu Conocimiento.-

Nuestras mentes pueden honrar a Dios y ser de bendición a otros si compartimos lo  que sabemos. Por eso Testifiquemos, Prediquemos y Enseñemos la Palabra de Dios, a toda persona que nos rodea. Dios nos manda en Deuteronomio 11:18-23 que debemos enseñar la Palabra de Dios a las personas que nos rodean comenzando por nuestros hijos.

II. RESPONSABILIDAD DE SOMETER A DIOS NUESTRA VOLUNTAD

Nuestra voluntad es parte de nuestra personalidad y de ella emanan nuestros deseos y decisiones, nuestra voluntad le pertenece a Dios, por lo tanto debemos usarlo conforme a su voluntad. Como podemos someter nuestra volunta a Dios, haciendo 3 cosas:

2.1    Obedeciendo a Dios.-

Para que nuestro corazón obedezca a Dios necesitamos la ayuda de la mente, sí nuestra    mente no sabe cual es la voluntad de Dios, la voluntad no le obedecerá, por eso nuestra mente necesita estar saturada de la Palabra de Dios es por eso que es necesario que la meditemos de día y noche, entonces podrá nuestra mente instruir a nuestra voluntad para obedecer a Dios.

NUESTRA MENTE + PALABRA DE DIOS + ESPÍRITU SANTO = OBEDIENCIA A   DIOS.

Nuestra voluntad no puede obedecer a Dios por sí misma, necesita aprender a obedecer hasta que lleguemos a decir: hacer tu voluntad, Dios mío me ha agradado.

Salmos 40:8

“El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón.”

Es muy necesario que nosotros aprendamos a meditar la Palabra de Dios, ¿qué significa meditar? Es pensar, detenerse en alguna parte del texto para hacer las siguientes preguntas: ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Para qué? Y buscar las respuestas. La Palabra debe escudriñarse para ser aplicada a nuestra vida y no para juzgar al hermano.

2.2    Tomando decisiones correctas.-

Tarde o temprano la fe será probada por las circunstancias de la vida y tendremos que enfrentarnos a ellas tomando decisiones en nuestras vidas. La toma de las decisiones debe estar basada en la palabra de Dios que es el fundamento de nuestras vidas y no en “consejos de amigos o familiares” y la dirección que él   nos dé, porque cada momento de nuestra vida tomamos decisiones. Veamos algunos consejos para ello:

a. Averigua que dice la Biblia acerca de la situación

b. Ore a Dios pídale su dirección

c. Pídale consejo a tu Pastor o a tu líder.

d. Recuerda tu experiencia pasada, si fue correcto o no

e. Considera la experiencia similar de otras personas.

El tomar decisiones bajo los fundamentos de la Palabra de Dios nos va a traer bendiciones, pero el tomar decisiones bajo los conceptos del mundo solo nos va a traer serios problemas para nuestra vida.

Proverbios 4:20-24

“Hijo mío, atiende a mis consejos; escucha atentamente lo que digo. No pierdas de vista mis palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón. Ellas dan vida a quienes las hallan; son la salud del cuerpo.”

2.2     Haciendo el bien.-

Muchas personas tienen buenas intenciones, sin embargo nunca transforman esas buenas intenciones en buenas obras; para desarrollar nuestra buena voluntad no es solo querer hacer, es necesario hacer el bien para que la gente que nos rodea alabe a Dios.

Mateo 5:16b

“Hagan buenas acciones. Así las verán los demás y alabarán a Dios, el Padre de ustedes que está en el cielo.

La sociedad, el mundo solo puede mejorar gracias a hombre y mujeres cristianos que forman su voluntad al servicio de Dios y la humanidad.

III. RESPONSABILIDAD DE DESARROLLAR NUESTRAS EMOCIONES

Las emociones y sentimientos son una naturaleza emotiva que Dios le dio al hombre sin embargo, lo ha administrado bien, y como resultado es el descontrol y el desenfreno emotivo del hombre por la mala dirección, Jesucristo vino para poner nuestras emociones bajo control y a encausarlas correctamente, por eso como mayordomos tenemos que vigilar de tal manera que nuestra emociones sean mantenidas y desarrolladas como él desea.

Para encausar nuestras emociones como Dios quiere es necesario tenemos que hacer 3 cosas:

3:1  ADORAR A DIOS.-

Es nuestra obligación  expresar nuestro amor a Dios todos los días de nuestra vida a través de nuestros pensamientos, nuestras actitudes, los cuales deben salir de lo más profundo de nuestro corazón.

Mateo 22:37

“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.”

3:2 CRECER ESPIRITUALMENTE.-

Así como Adán tuvo la responsabilidad de cuidar un hermoso jardín, tú y yo tenemos la responsabilidad de cuidar nuestro jardín y tenemos que desarraigar las malezas de la amargura, de pasiones, de enojo de la gritería, de la amargura, etc. por eso es muy necesario que meditemos la Palabra de Dios para que a la luz de ella podamos ser confrontados y podamos corregir lo que debemos de corregir para luego crecer espiritualmente,

Efesios 4:31

“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”.

3.3 TENER LA MISMA ACTITUD DE CRISTO.-

Cuando nuestras emociones han sido bien canalizadas a Cristo entonces tendremos el mismo sentir de Cristo, que tuvo una gran compasión por los perdidos, enfermos, por los hambrientos, por los pobres de espíritu y sobretodo dar su vida discipulado a personas.

Filipenses 2:5

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”

CONCLUSIÓN

Deseas ser prospero en todo el sentido de la palabra, entonces medita la Palabra y ponla en práctica y vive como quiere que vivas.

Autor: Ps. José Antonio Aparicio R.

Escrito para www.destellodesugloria.org

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