Un Destellito En Las Manos De Dios
No cabe duda, dice Destellito, que la fe es el centro de la cristiandad, porque sin fe es imposible agradar a Dios. Un papá quiso enseñar a su pequeño hijo lo que es la fe. Lo tomó y lo puso sobre una mesa, él se ubicó a una distancia corta, y dijo a su hijo, “vamos, salta”. El niño, hizo dos o tres intentos y no se atrevió. El padre lo acercó a él diciendo, “hijo, ¿por qué no saltaste a mis brazos?, ¡jamás te dejaría caer!. El niño nuevamente quiso intentarlo, hasta que se lanzó a los brazos de papá, y así lo hizo, una y otra vez. Al terminar, dijo a su hijo, “a lo que hiciste se le llama fe, tu creíste en mi palabra”.
Creer Como Niño, Creer Como Soldado
Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; digo a éste, ve, y va; y al otro: Ven y viene; y a mi siervo: Has esto, y lo hace. Mateo 8: 7-9.
Al final el niño creyó en las palabras de su padre, y confiadamente se lanzó a sus brazos. La fe no es otra cosa que creer, pero, ¿creer a qué?, a la Palabra escrita de Dios, y que están en la Biblia. Todo lo que Él ha dicho, es. Y usted debe creerlo con la misma fe del centurión romano, o con la misma fe del pequeño de la historia. Debe, sin pensarlo dos veces, lanzarse a los brazos de su Padre Celestial, sin dudar, Él lo atrapará con sus brazos, y le dará seguridad. El centurión expresó, “solamente di la palabra”, eso es fe. Allí está la respuesta a sus necesidades, a sus problemas, o a sus enfermedades, así como el hijo confió en su papá, usted también debe confiar en su Padre, no lo dejará caer.-
Por Oscar Olivares Dondero
Escrito para: www.destellodesugloria.org