Con un golpe cancelaré lo que me torturó por 40 días
Goliat por cuarenta días desafió a los israelitas, dos veces por día, ¿pero por qué lo repitió tantas veces? porque el diablo necesita intimidar, lo que el diablo te repite es porque no se va a cumplir; todo eso negativo no se va a cumplir porque el diablo siempre miente. La gente ungida es inteligente. Están a 100 metros de distancia David lo estudió; el gigante tenía espada, lanza, y jabalina. La espada: es cuerpo a cuerpo. La lanza: matar a dos metros y jabalina: para matar a la distancia. David pensó: “Le voy a pelear más lejos”, le cambió el escenario y cada frase de David iba en aumento:
“tengo que hablar cosas más grandes que las que hablé ayer. Los ungidos siempre hablamos para arriba, me va a dar sabiduría para detectar la falla del enemigo, va a haber una piedra para cada mes.
David lo mató con la onda (una soga que se le ataba en los dedos) 160 km por hora puede ir un cascotazo, con el cayado lo distrajo.
El gigante tenía una armadura pesada, era grande no le podía errar. David pensó: «Dios me va a dar puntería con un sólo tiro lo voy a bajar. Él va a ungir mis manos para la batalla y mis dedos para la guerra».
Goliat lo maldijo por sus dioses. David se acordó que Jehová le dijo: «bendeciré a los que te bendijeren y maldeciré a los que te maldijeren». Agarró las piedras y las escondió, ¡Dentro tuyo hay armas de victoria!
Dios te va a dar ojos para detectar al enemigo y derrotarlo y tendrás la exactitud para hacerlo con un solo golpe.
La puntería que David tenía fue directo al huequito que el gigante tenía descubierto. Hay un lugar donde Dios te va a dar la victoria de entrada. Dios te va a dar autoridad con la Palabra de fe para derribar al gigante (la deuda, la enfermedad, las adicciones, el suicidio etc.)
David tuvo que derribar otros gigantes: el papá y los hermanos lo rechazaron, cuando Samuel preguntó por los integrantes de la familia, porque iba a ungir a uno de ellos como rey, el papá hizo pasar a sus siete hijos y no mencionó a David, hasta que el profeta preguntó si tenía algún hijo más. Recién ahí el padre dijo: “queda aún el menor que apacienta las ovejas”.
David era “el pibe de los mandados” pero terminó trayendo la cabeza del gigante. Antes de ir a pelear preguntó qué le darían al que venciera al gigante y le dijeron: “prosperidad, la hija del rey, bendeciría al padre de la familia porque le sacaría todos los impuestos”. Y David dijo: «me lo repetís por favor».
Te tienen que repetir lo bueno, “¡no quiero oír a Goliat, quiero oír lo que el rey preparó al que venza!”
Para vencer No tienes que:
1) competir con otros: con el único que tienes que competir es contigo mismo.
2) esperar que los demás suplan tus necesidades emocionales. A David su familia prácticamente no lo tenía en cuenta.
3) ponerte en víctima (al animalito que estaba en el altar lo acuchillaban) “si te pones en víctima alguien te va a acuchillar”.
4) reaccionar rápido en los conflictos. Entre el problema y la solución, en el medio a Dios le gusta hablarnos.
5) dejarte llevar por las cosas que pasan, sé libre de la gente.
Saúl le decía a David: «eres muy chico para ir a pelear»; pero David le dijo: «yo me enfrentaba con el oso y el león». Saúl le pone su armadura: “su máscara”, sus propios gustos. Hay gente que te quiere dar consejos que ni a ellos les funcionan. Hay que sacarse todas las armaduras: del miedo, de la fanfarronería, de la histeria (todo esto alguien te lo puso).
Cuando David peleó con Goliat pensó: “Yo no vengo en el nombre de Saúl, ¡vengo en el nombre del rey, en la batalla invocó a Jehová de los Ejércitos!”
Con el sólo el 20% (5 piedras) trajo el 100% de la victoria. Mataba osos y seguía siendo pastor de ovejas. Cuando mató a Goliat tuvo una victoria que lo ascendió.
Mi victoria va a inspirar a mi familia para que ellos también se animen.
«Era de hermoso parecer»: hay una unción que te hace hermoso-a: «el corazón alegre hermosea el rostro», Dios te dice: «puedes estar mal por fuera y por dentro, pero yo te voy a ordenar tu mundo interno que va a afectar tu mundo externo». Dios va a hermosear nuestro mundo interno y externo. David era lindo por dentro, y por eso lo era por fuera.
Cuando Dios hizo al hombre dijo: «esto es muy bueno»: significa bello ¡qué lindo que me salió! Dios sabía que valía, Dios nunca te va a descartar, no pidas disculpas por ser único.
David dijo: «formidables, maravillosas son tus obras». Cuando David le habló a Goliat, éste no vio a un jovencito, vio a un valiente. A Satanás aunque le cortes la cabeza no se va a entregar, pero hubo israelitas que se animaron a pelear porque fueron inspirados por David, porque Goliat no es el destino final.
Probablemente vas a parecer un “no apto” para algunas personas, pero estás ungido porque tienes el corazón de Dios. Los Goliat caminan pero los “Davides” corren. Es la gloria de Dios dentro tuyo, por eso, ponte una meta: “no voy a terminar este mes sin derribar al gigante. Al vicio le voy a cortar la cabeza”. Enójate contra la deuda, la pobreza, la enfermedad, Los Goliat vienen sin aviso previo, los Goliat son tu puerta de promoción. David agarró la cabeza de Goliat y la llevó a Jerusalén, se había quedado con la cabeza por varios meses. Tienes que traer a la presencia de Dios “una cabeza”. Estás ungido para traer testimonios a la presencia de Dios.
Autora: Silvia Truffa
Escrito para www.destellodesugloria.org