Un Destellito En Las Manos De Dios
Un Bebé Con Propósito
Pero no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquél que cree; al judío primeramente, y también al griego. Romanos 1:16.
Los planes de Dios siempre se van a cumplir en las personas que han sido señaladas desde antes de la fundación del mundo, expresa Destellito. La mujer que dejó a su hijo sobre las escalinatas del Hospital Saint Thomas, no tenía idea que con esa acción, reprochable de todas maneras, había dado comienzo al propósito que el Señor tenía para él. Tomás, desde ese momento, comenzaría a ser guiado por el Espíritu Santo, hasta tomar la decisión de ejercer el oficio de misionero en Tierra del Fuego. Todo hijo o hija de Dios corre con ventaja frente a los planes que el Señor tiene para su vida, y ¿cuál es?, que no se avergüenza del evangelio, siente la libertad de predicar donde sea y a quién sea, y a la hora que sea. Gracias a esa idea, Tomás no dudó de anunciar las buenas nuevas a aquellos “salvajes”, según Darwin. Muchos son los que se avergüenzan de predicar a Jesús, actuar así, y no confesar esa debilidad, trae muchas dificultades espirituales, tal vez no se ha dado cuenta, pero hay muchísimas personas a su alrededor, con la necesidad de oír la verdad de la Palabra, esto es a Cristo Jesús. Si por vergüenza no lo puede hacer, batalle contra eso, quizá ayude que usted piense en la persona que le presentó por primera vez al Señor, ¿sería salvo hoy si aquella persona, por vergüenza, hubiese seguido su camino sin testificarle?.
Autor: Oscar Olivares Dondero
Escrito para www.destellodesugloria.org