Gratitud en todo tiempo
Dentro de nuestras limitadas capacidades a veces es difícil dar gracias en medio de una situación complicada donde los problemas y necesidades han opacado las bendiciones recibidas, y es que no existe alguien en el mundo para el que absolutamente toda su vida sea una terrible pesadilla, todos, aun en medio de alguna dificultad tenemos algún motivo por el cual sentir agradecimiento, pues el simple hecho de estar vivos ya es un motivo para dar gracias.
En ocasiones nuestro agradecimiento es tan superficial que se convierte en solamente una rutina de oración que ya por costumbre repetimos y decimos de memoria, agradecemos por la familia, pero tal vez no con la felicidad que realmente nos da tener una familia completa, un padre y una madre que si nos faltaran dejarían un gran vacío, unos hermanos que a pesar de las diferencias si les sucediera algo sería un dolor que sentiríamos como propio, unos hijos que si padecieran una enfermedad nos mantendrían preocupados y con cierto sentimiento de impotencia, el trabajo que de no tenerlo nos sería difícil obtener lo necesario para vivir, y una lista interminable de muchísimas cosas mas que se nos hace costumbre solo mencionar en el “agradecimiento”
El amor, la fe y el agradecimiento son el complemento perfecto en nuestra relación con Dios, pues los tres se relacionan entre sí, si hay amor hay confianza y agradecimiento, si hay agradecimiento es porque confiamos en el Dios y en su infinito amor.
1 de Tesalonicenses 5:18 dice: “Den gracias a Dios en cualquier circunstancia. Esto es lo que Dios espera de ustedes, como cristianos que son.” (Traducción en Lenguaje Actual), “cualquier circunstancia” incluye todo tiempo y momento, la voluntad de Dios es saber que a pesar de todo lo que podamos estar pasando estamos agradecidos con Él, con lo que tenemos y con lo que aun no hemos recibido, pero que por fe llegará de acuerdo a su voluntad y propósito.
Nunca esperes a perder algo que ya veías monótono o “normal” para darte cuenta del valor tan grande que tiene, todo, absolutamente todo lo que hoy posees son bendiciones, algunas vienen envueltas listas para disfrutar y algunas otras solamente hay que saber transformarlas con la ayuda de Dios.
Muéstrale a Dios tu gratitud, que Él sepa que aún a pesar de no tener todo en la vida eres feliz con lo que hasta hoy te ha dado, cuando le demuestres que cuidas y valoras cada uno de sus detalles por mas mínimos que sean Él abrirá las ventanas de los cielos y derramará mas y mas de su lluvia de bendiciones sobre tu vida.
¿Cuánto has agradecido hoy a Dios?, si por un día dedicaras tiempo de tu oración a solamente agradecer por cada una de las cosas que ha hecho en tu vida te sorprenderías de cuanto hay que agradecer, hasta esas pequeñas cosas de las que en medio de tantas situaciones has pasado por alto.
Vengan a las puertas y a los atrios de su templo con himnos de alabanza y gratitud. ¡Denle gracias, bendigan su nombre! Porque el Señor es bueno; su amor es eterno y su fidelidad no tiene fin.
Salmos 100:4-5 (DHH)
Autora: Maite Leija
Escrito para: www.destellodesugloria.org