La Higuera
El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. 2Timoteo 2:6
(Versión Reina Valera)
No hay mayor satisfacción que la de disfrutar de los frutos de la labor realizada como premio al esfuerzo. Como los agricultores, debemos trabajar arduamente y saber esperar. Nos mantenemos firmes a pesar del sufrimiento porque pensamos en la victoria, la visión del triunfo y la esperanza de la cosecha.
De la misma manera debe ser la esperanza del que es llamado a militar en Cristo, debe ser disciplinado y sacrificado para lograr resultados, sobre todo los objetivos del que lo llamó.
Hay una historia en la biblia: Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre.Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos. Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos. Marcos 11:12-14 (VRV)
La biblia enseña que en Jesucristo se sustentan todas las cosas, es entonces cuando debemos entender que el que vino a buscar frutos era el que le había dado la posibilidad de estar viva, de ocupar un lugar en la tierra. La higuera, una fuente económica y popular de alimentación en Israel, demoraba tres años en dar fruto luego de plantarse. Cada árbol produce una gran cantidad de fruto, el cual se cosecha dos veces al año: a finales de la primavera y a comienzos del otoño. Este incidente ocurrió cerca de la primavera, cuando las hojas empezaban a brotar. Los higos casi siempre crecen junto con las hojas, pero este árbol en particular, aunque estaba lleno de hojas, no tenía higos, lo que significa que ese año no daría fruto. El árbol se veía prometedor, pero no tenía fruto. La higuera tenía savia dentro de sí, debía dar fruto, el fruto no es para sí misma sino para su dueño.
Yo sé que ni vos ni yo buscamos ser infructuosos, pero el sistema que nos rodea vive sólo de apariencia, y muchas veces nos cuesta ser diferentes, otras nos cuesta esperar pero, el Señor nos ha dotado de una “savia” que es la Palabra de Dios y ella, produce fe, y la fe esperanza, porque aquel que prometió es Fiel y Verdadero, y va a estar con nosotros “Hasta el fin del mundo”. Leamos la biblia; activemos la fe. La fe genuina tiene un gran poder. Pedile a Dios que te ayude a producir frutos para su Reino.
Autor: Gustavo J. Iriart
Escrito para www.destellodesugloria.org