Dios te sigue amando igual
En lo personal pienso que no podemos defraudar a Dios porque para defraudar a alguien se necesita sorprenderlo, es decir, hacer algo que esa persona no esperaba de nosotros. Pero delante de un Dios Omnisciente: ¿Qué podemos esconder?
Dios no se sorprende de tus errores, Él más que nadie sabía lo que ibas a hacer y sin embargo siempre ha buscado la manera cómo ayudarte extendiendo su mano, abriéndote puertas donde parecían que estaban cerradas, levantándote muchas veces y poniéndote en el lugar que tu consideras que no mereces y ¿Sabes porqué?, porque simplemente te ama, porque su amor es incontable e insuperable, porque Él nunca dejo de amarte y lo que un día te dijo que haría lo cumplirá porque Él nunca olvida y siempre cumple.
Quizá los últimos días te has sentido indigno de ser su hijo, indigno del lugar en donde Dios te ha puesto, indigno de las muchas bendiciones que Dios ha derramado sobre tu vida, pero aun y con todo lo que puedas pensar o sentir, debes entender que Dios te ha puesto allí no por méritos propios, sino porque su gracia y misericordia hacia tu vida es grande y porque Dios nunca ha dejado de creer en lo que puedes hacer en sus manos.
Quizá tu te veas como alguien derrotado y que no tiene oportunidades de salir adelante, pero Dios te ve con otros ojos, con ojos de amor y su amor es tan grande que cuando te ve, mira en ti más allá del presente, mira lo que puedes llegar a ser si tan solo le permites actuar con libertad en tu vida.
Dale la oportunidad a Dios de transformarte por completo, deja de sentirte menos y comienza a comprender que para Dios vales mucho. Ríndete a Dios, reconoce tus debilidades y comienza a vivir solo para Dios.
Deja aun lado los errores del pasado, ya no vivas recordando lo que ya no puedes solucionar, eso que se hizo, hecho está, pero lo que viene por delante es lo que realmente vale, no importa como comenzaste, lo importante es como vas a terminar y Dios quiere que termines en victoria permitiéndole a Él actuar con libertad en tu vida.
¡Vamos! Ya no luches más solo, no creas que solo podrás, en su lugar ríndete a Dios, sométete a su voluntad y comienza a vivir cada segundo de tu vida solo para agradarlo y hacer su voluntad y entonces todo el panorama de tu vida comenzará a cambiar y comenzaras a ver días mejores.
¡Dios sigue amándote de igual manera! ¡Búscalo!
“Hace tiempo el Señor le dijo a Israel:
«Yo te he amado, pueblo mío, con un amor eterno.
Con amor inagotable te acerqué a mí.
Yo te reedificaré, mi virgen Israel.
Volverás a ser feliz
y con alegría danzarás con las panderetas.”
Jeremías 31:3-4 (Nueva Traducción Viviente)
Autor: Enrique Monterroza
Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org
Autorizado para publicarse simultáneamente en: www.devocionaldiario.com – www.enriquemonterroza.com y https://reflexionesydevocionales.blogspot.com