Jesucristo libera los corazones golpeados por la vida
«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Noticia a los pobres. Me ha enviado a proclamar que los cautivos serán liberados, que los ciegos verán,
que los oprimidos serán puestos en libertad, y que ha llegado el tiempo del favor del Señor».
Lucas 4:18-19 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Una vida difícil crea un corazón endurecido. Cuando por mucho tiempo se trabaja por conseguir sueños y estos no se cumplen se anida frustración en el corazón. Y así se crea resistencia en el corazón de esperar lo bueno. El daño recibido en la temprana edad por gente en quien se confiaba aprisiona con dolor el corazón. Muy a menudo se sufre por personas que afectaron nuestras vidas sin que nosotros le mereciéramos. Las pesadas cargas de la vida pueden aprisionar el alma, robando así el gozo y la alegría. No obstante hay alguien, y nadie más que Él, que puede recuperar lo que se ha perdido y ofrecer un nuevo comienzo. Ése alguien es Jesucristo. Él escogió morir en la Cruz para así dar libertad a aquellos que han sido oprimidos por la vida y para darles vida eterna.
Jesucristo tomó en su cuerpo los clavos y azotes para que todo aquel que clame a Él reciba salvación, para que toda persona sea sanada en su cuerpo y en su alma. Sin importar lo profunda que esté una herida en el alma, cuánto haya caído una persona, o que se hayan cometido pecados horrendos, Jesucristo le puede salvar. Solo Él. Existen muchas maneras en las que las personas buscan salvación o libertad, pero solamente el Hijo de DIOS puede dar esto. Él tiene autoridad sobre las tinieblas y la maldad. Las puertas que Él cierra del pecado y del pasado, nadie les puede abrir. El diablo está debajo de sus pies. De igual manera las puertas que Él abre de bendición para los que creen en Él, nadie ni nada les puede cerrar.
Si actualmente te encuentras aprisionado, si las cargas de la vida te han oprimido, si tu corazón ha sido tan golpeado, y por esto has dejado de creer, hoy te invito a obtener un nuevo y fresco comienzo por los méritos de Jesucristo. Entrégale a Él tus pecados, las cargas de tu vida y tu dolor, y Él te dará libertad. Todo lo que tienes que hacer es creer que Él es el Hijo de DIOS, que está vivo y que pagó por tus pecados.
Haz esta oración creyéndolo y recibe un nuevo comienzo:
“DIOS, creo que Jesucristo es tu Hijo, que pagó por mis pecados y que es el único camino de salvación. Perdona mis pecados. Señor Jesús, lávame con tu sangre, entra en mi corazón y sálvame. Quebranta todo yugo en mi vida y dame descanso. Envía a mí tu Espíritu Santo. Oro esto en el nombre de Jesús, Amén. “
Si tú has hecho esta oración entonces has nacido de nuevo. Aunque no hayas sentido algo místico o sobrenatural. Desde hoy el Espíritu de Dios habita en ti (Gálatas 3:27) y Él te guiará a Su perfecta voluntad. De hoy en delante debes buscar a Dios de manera daría y hacerle tu sustento. Háblale como un hijo a su padre y Él te responderá. Es sumamente importante que consigas una Biblia y le leas pidiéndole a Dios que te dé entendimiento. Busca una Iglesia Cristiana donde se sujeten a los principios de la Biblia, para esto pídele a Dios que te guie a la Iglesia que Él tiene para ti, y al estar en ese lugar sabrás dentro de ti que esa es tu casa. Por ultimo te invitamos a que sigas recibiendo alimento espiritual en esta página web.
Autor: Richy Esparza
Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org