CONSUMADO ES
Escrito por Lilo de Sierra
“Después de esto, como Jesús sabía que ya todo había terminado, y para que se cumpliera la Escritura, dijo: —Tengo sed. Había allí una vasija llena de vinagre; así que empaparon una esponja en el vinagre, la pusieron en una caña y se la acercaron a la boca. Al probar Jesús el vinagre, dijo: —Todo se ha cumplido -, Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu.” (Juan 19:28-30 NVI)
Consumado es…dijo Jesús, con sus manos perforadas, dificultad para respirar, su visión nublada por el sudor, su propia sangre y el dolor que en su cuerpo sentía por el maltrato y la humillación a la que había sido expuesto por amor a nosotros y en obediencia a su Padre.
Allí estaba El, el Hijo de Dios, angustiado, sin esperanza, en la más inmensa soledad; clamó al Señor pidiendo explicación sobre su abandono, quisiera poder describir lo que aquella escena mostraba, pero no me imaginó el dolor de aquella madre que impotente aguardaba a los pies de la Cruz, que su amado tesoro partiera de esta tierra para volver al Creador, y la mirada perdida de un hombre inocente, víctima de la maldad de aquellos por quien había ofrecido su vida.
No soy ajena a los sentimientos de Jesús, es con Él que a diario me siento identificada, me he sentido impotente, decepcionada, y desanimada en medio de mis fallas, que son muchas, porque aunque me sé la teoría de memoria, mi esencia me hace tropezar a veces con la misma montaña erigida frente a mí. Sí, fallo, soy humana y es natural que sienta temor, que sienta que las cosas no van tan bien como quisiera, pero me fortalece saber, que sus promesas son verdad, que su sacrificio en la cruz y su soledad, pagaron por cualquier indicio de ese sentimiento que yo pueda llegar a experimentar.
Rostro en tierra, así como Él a lo mejor cayó, cuando se desplomó víctima del agotamiento y la pérdida de sangre, mientras caminaba hacia la cruz del calvario, lloro, porque mi corazón gracias a Él, no es de piedra, cada golpe, cada meta no cumplida, cada sueño roto, cada emoción negativa, cuando he sido levantada por su gracia, ha dejado una huella en mí, que fortalece mi fe y me hace anhelarlo cada segundo de mi vida.
Debo reconocer que necesito de Él, tanto como el aire que respiro, que tengo sed, como la que él sintió mientras esperaba el momento cero, el instante aquel, en la que sonaría la campana de victoria, la que confirmaría, que su propósito se había cumplido.
Lugares áridos he caminado incontables veces, me he sentido vencida y derrotada, he querido tirar la toalla y ceder ante la presión del mundo, que me llama a desistir, a no seguir hacia adelante, a no terminar lo que empecé años atrás, y cierro mis ojos, y lo puedo ver allí, con el corazón roto, su cuerpo herido, pero con la mente y la voluntad puesta en la esperanza que su padre, nuestro padre nos ha dado, respiro profundo, cojo impulso, y tomo nuevas fuerzas, aquellas que me son dadas a través de su ejemplo.
Sientes desfallecer, que tu vida no tiene sentido, te niegas a continuar, enfrentas la batalla abrumado por los pensamientos de derrota, quieres gritar que no puedes más, que no quieres continuar, que no eres capaz de avanzar, crees que nada tiene arreglo y que eres un perdedor, te invito a que levantes la mirada hacia la cruz, aún en la más dura circunstancia, al borde de la muerte, con su corazón destrozado en mil pedazos, simplemente permaneció allí, confiado en Dios, en sus planes de bienestar para Él, y esperó, el tiempo necesario, para que sus obras, sus esfuerzos, su sacrificio no fueran en vano, su vida a cambio de nuestra salvación.
Consumado es, fue su grito de victoria, fue decirle al enemigo, que lo había logrado, que era un triunfador, y que sus mentiras, sus agravios, sus ataques, sus humillaciones y golpes bajos, no habían podido vencerlo, fue un grito de júbilo en el que le dio la gloria al Señor, y Él, sabía que en la eternidad, su Padre estaría orgulloso de Él, y eso fue suficiente, para motivarlo a no desfallecer.
Te animo a seguir su ejemplo, grítale al enemigo que ha venido a robarte las bendiciones, que no tiene poder sobre ti, que Jesús en la cruz, te revistió de autoridad y poder, para no rendirse ante la adversidad y que no hay NADA que él pueda hacer, para evitar que tu encuentro con Jesús en la eternidad, se caracterice por un dialogo de amor y orgullo entre aguerridos guerreros triunfantes y vencedores.
Escrito para www.destellodesugloria.org