Un Destellito en las manos de Dios
El Avaro
Mazarino, fue uno de los señores de Francia, y cuando sintió que había llegado su hora de morir, mandó que le trajesen a su cuarto todos sus tesoros para verlos por última vez. Toda la habitación quedó colmada de todo tipo de joyería y pinturas famosas, al verlos, Mazarino no dejaba de exclamar: “¡Y pensar que lo pierdo todo, y pensar que lo he de dejar todo!”, con sus ojos desencajados y sus manos crispadas.
Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. Lucas 12:15. Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré. Hebreos 13:5.
La avaricia es un mal que afecta a muchas personas, y lo primero que se debe decir de ella, es que es pecado. No es un impulso desear lo que otros tienen para apilarlos, es una grave condición que necesita la intervención de Dios Creador, es enemigo acérrimo de la fe. La Biblia dice que hay que estar contentos con lo que se posee AHORA, el cada día nos habla de la provisión de Dios porque ha prometido estar junto a sus hijos para siempre.
Autor: Oscar Olivares Dondero
Escrito para: www.destellodesugloria.org