¿Lo que voy a discutir es prescindible o imprescindible?

admin

hace 1 año

¿Lo que voy a discutir es prescindible o imprescindible?

Debo preguntarme, «¿Vale la pena pelear por esto?»,peleamos por cosas que no valen la pena discutir, pero lo hacemos porque tenemos el hábito de la discusión, de la pelea. Pregúntate si vale la pena pelear con esa persona que en algún momento elegiste en tu vida para hacer un proyecto maravilloso.

Nunca hablar así:

no criticar: tenemos que aportar, la gente de fe propone soluciones.
no ordenar: el otro siempre se va a resistir porque le estás tocando su libertad. No ataques a la persona sino al problema: “en lo que dijiste no estoy de acuerdo” y no “vos no sabes nada”.
no adivinar: “yo ya lo conozco” “no me saludó por esto”. Hay que preguntar.
no generalizar: “nunca y todos”, “nadie me entiende”, “toda mi vida es un calvario”, hablar específicamente: “esto me molestó”. Cuando hablamos es para lograr un resultado, sino fue así es porque tengo que cambiar mi manera de hablar.
No hay que discutir, cuando estás enojado: tampocodecir: “mañana a las 6.00 hablamos”, porque te genera ansiedad; trata de hablar un tema por vez.

Discutir es bueno en la pareja pero cuando discuten por “el buzito del nene” en realidad están peleando por quién tiene el poder, por eso hay que preguntarse: ¿lo que voy a discutir es prescindible o imprescindible? Eso tiene que ver con el nivel de maduración emocional que tengamos. Por ejemplo el adolescente confunde deseo con necesidad. “Necesito unas zapatillas marca tal” la necesidad es imprescindible los deseos prescindibles.

Nosotros podemos usar las discusiones y las diferencias en repetir nuestros males o transformarlos en crecimiento.

Hay que cancelar la indiferencia en la pareja

A veces el buen amor se termina, transformándose en un mal amor por estas razones:

La desigualdad: uno se siente superior al otro, o uno dice: “el otro es mejor que yo”. Cuando hay desigualdad en la pareja, no hay pareja. Aparece el sometimiento, el dominio, el otro queda detrás. Son dos personas que viven bajo un mismo techo pero no es una pareja porque hay desigualdad.

Se arman instituciones dentro de la pareja: es una costumbre que una pareja tiene, pero esa costumbre no se puede quebrar, por ejemplo: “todos los miércoles tenemos que ir a comer a lo de mis padres”, si se arma lío es porque eso es una institución. Me quiero ir de vacaciones a otro lado pero “me apedrean”, esas son instituciones.

Roles rígidos: Los matrimonios más positivos rechazan el molde de las expectativas que otros tienen sobre ellos, por intensa que sea la presión, aprenderán a tomar sus propias decisiones: “viviremos conforme a nuestras propias opciones, y no nos dejaremos moldear por los deseos, las normas, los roles y expectativas que los demás desean imponernos”.

Construir solo: hay parejas cuyos integrantes construyen solos o solas. La mujer que tiene en su mente el objetivo de casarse, vive haciendo todo sola, porque es tal el deseo de casarse, que da por sentado que él quiere lo mismo que ella; y lo más probable es que te lleves una sorpresa cuando él te diga, que “todavía no es el momento”. El problema es que él o ella te habían dado las señales y no le prestaste la suficiente atención a lo que le estaba pasando.