Reflexión: Tetraplejía

Un Destellito En Las Manos De Dios

Hay historias realmente conmovedoras, expresa Destellito. Es el caso de una mujer llamada Liz Bryan Mitchel, habitante de Waco, una ciudad perteneciente al estado de Texas, de los Estados Unidos. Corría el año 2012 cuando Liz cayó de una altura de aproximadamente cinco metros, debido a la caída se fracturó dos vértebras quedando tetrapléjica, un diagnóstico que indica parálisis total o parcial de brazos y piernas, debido a una lesión vertebral, permaneciendo en coma inducido por cinco meses. Los médicos le informaron que no volvería a caminar jamás, ni siquiera podía mover los dedos de los pies, dijo Destellito. Su esposo la acompañó todo el tiempo, y en cierta oportunidad Bryan oró por ella pidiéndole a Dios Creador que la sanara, al término de la oración le pidió a Liz que moviera las piernas, lo que hizo para la gloria de Dios. Se sometió a una intensa terapia hasta que logró caminar por su cuenta. Ambos tenían un sueño, llegar al altar juntos caminando el día de su casamiento, y lo hicieron.

Tetraplejía

 Y llegado el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos?. Marcos 6:2.

Es raro que la prensa secular publique casos como el descrito. En éste caso, nos encontramos con un milagro sorprendente, el cumplimiento de la Palabra de Dios Creador, la Santa Biblia. Para los que creen no hay nada que no pueda hacer Jesús. Liz había comenzado a vivir una vida sombría, y donde la amargura sería su compañera permanente, sin embargo, el que sería su esposo, creyó, le creyó a Dios. Hay tres cosas que la gente reconoció en Cristo Jesús, lo primero, Él tenía cosas que ningún otro hombre podía tener, lo segundo, era sabio, y lo tercero, hacía milagros, ¿se percató que todas las respuestas están en tiempo pasado?, ¿quiere decir que se acabaron?, deje que le responda con el Libro Santo:

El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. Efesios 4:10.  Jesucristo es el mismo ayer, y hoy y por los siglos. Hebreos 13:8.

Mi querido lector, lo vamos a hacer más simple, El Señor Jesús, resucitó, y no cambia. Bryan lo creyó y sin dudar oró por Liz. De la misma manera pasará con usted, sin importar el tipo de problema que tenga, Él tiene todo el poder, y no existe nada en cualquier lugar que no pueda solucionar Dios, dijo para finalizar Destellito.

Por Oscar Olivares Dondero

Escrito para: www.destellodesugloria.org