Le acechaban

Le acechaban

Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano. Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle. Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban. Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana. Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle. Marcos 3:1-6

Si nos pasa es porque Jesús ya lo pasó, cada cosa que nos pasa nuestro Señor la cargó antes.

¿Alguna vez te han hecho alguna trampa? ¿Te han acusado falsamente? ¿Te han herido críticas destructivas? ¿Te han acechado? Por lo que haces para Dios. ¿Te has entristecido por la dureza del corazón de una persona que te aborrece? Así como Jesús se entristeció por la dureza del corazón de los fariseos.

Pero hoy Él te dice:

LEVANTATE, PORQUE EN MEDIO TE SANARÉ ESA MANO SECA.

Todo eso que quiera secarse en tu vida, por los dardos de fuego del enemigo y las personas que usa.

Él te restaurará y no hay fariseo que pueda detener, Su gloria en tu vida.

Autora: Kari Gazo

Escrito para www.destellodesugloria.org