CRISTIANOS DE TíTULO
Texto bíblico: Gálatas 2: 11-21 (NVI)
Nos hacemos llamar cristianos, hijos de Dios y seguidores de Jesucristo, pero con nuestro comportamiento podemos ser piedra de tropiezo para los demás, a pesar de las experiencias sobrenaturales con Dios y recibiendo de su poder y su gloria, aun hay actitudes que demuestran que debemos seguir siendo trasformados.
El apóstol pablo noto esto en Pedro que ya conociendo de Dios y todo por lo que habían pasado, repetía comportamientos de su vida pasada, Pedro dejaba de compartir y se apartaba de los gentiles por temor al qué dirán, y ser rechazado por la sociedad en ese tiempo; Y lo peor es que muchos judíos siguieron el ejemplo de Pedro, y en vez de reprenderle se convirtieron en hipócritas.
¨Antes que llegaran algunos de parte de Jacobo, Pedro solía comer con los gentiles. Pero cuando aquéllos llegaron, comenzó a retraerse y a separarse de los gentiles por temor a los partidarios de la circuncisión. Entonces los demás judíos se unieron a Pedro en su hipocresía, y hasta el mismo Bernabé se dejó arrastrar por esa conducta hipócrita. Gálatas 2:12-13 (NVI).
Esta situación no es muy lejana de nuestra realidad, le compartimos la palabra a los perdidos pero no queremos acercarnos a ellos porque son pecadores y por el temor a las malas lenguas, los excluimos dentro y fuera de la iglesia. Si somos hijos de Dios ¿Porque nos comportamos como la gente del mundo?, y de paso queremos que entreguen su vida al señor dándoles un mal ejemplo con nuestras malas actitudes. ¨ Si tú, que eres judío, vives como si no lo fueras, ¿por qué obligas a los gentiles a practicar el judaísmo? Vs 14.
Si nos costó tanto dejar el pasado, nuestros errores y todas esas cosas las desaparecimos de nuestra vida y Dios nos ayudo a destruirlas, ¿Porque las volvemos a construir?, porque regresar y comportarnos como si no hubiéramos conocido de Dios, eso nos hace igual de pecadores que los que están en el mundo. ¨Si uno vuelve a edificar lo que antes había destruido, se hace transgresor¨ Vs 18.
Analicemos hoy si verdaderamente reflejamos que Cristo vive en nosotros.
¨ He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí¨ Vs 20.
Autora: Jessica Terán
Escrito para: www.destellodesugloria.org