El poder que te respalda es más grande que el poder que se te opone
Un automovilista argentino muy famoso, que se llamaba Juan Manuel Fangio, cuando la carrera se ponía difícil le daba más fuerte, ante una humareda que aparecía en el medio de la carretera él aceleraba más. Porque si retrocedía, la muerte era segura y no habría más chance para ganar, por eso, él decidía acelerar más.
La fe funciona en dos planos: en Dios y en mí. El humanismo es malo porque dice: “Cree en vos, Dios no sirve”. El legalismo es malo porque dice: “Cree en Dios, tú no sirves”. La fe verdadera es fe en Dios y fe en ti. Siempre que Dios imparte fe divina, ésta se mezclará con la fe que cada uno de nosotros tengamos sobre nosotros mismos. El problema de muchas personas es que creen en Dios pero no creen en que ellos puedan lograr todo aquello que se propongan.
Cuando los israelitas investigaron la tierra, dijeron: “Nuestro Dios es el Dios todopoderoso, pero nosotros éramos como langostas al lado de ellos que eran gigantes”.
Sé el primero en creer en vos; Concéntrate en tu plan, y no en el pensamiento y en la opinión de los demás. Y una vez que lo hayas hecho, aquellos mismos que te criticaron vendrán a buscarte para asociarse contigo y con tu proyecto.
Consulta a Dios antes de emprender cualquier cosa
Y David consultó a Dios, diciendo: ¿Iré a atacar a estos filisteos? Y Dios le respondió a David; Ve, ataca a los filisteos, y libra a Keila”.
El razonamiento tiene lugar cuando tratamos de imaginarnos el “por qué” detrás de algo. Razonar hace que la mente de vueltas alrededor de una situación, analizamos minuciosamente una afirmación o enseñanza para ver si es lógica, y la descartamos si no lo es. Todos sabemos que nuestra mente es un campo de batalla, a veces ganamos y a veces perdemos; pero el hecho de razonar y reflexionar sobre algo NO NOS QUITA LA AFLICCIÓN, entonces nos acercamos a Dios y le preguntamos cómo resolver el asunto, y lo que Él nos guía a hacer no siempre tiene sentido para nosotros, entonces empezamos a dudar; y ahí el diablo aprovecha y nos “da una manito”.
Los que estaban con David le dijeron: “He aquí que nosotros, aquí en Judá estamos con miedo; ¿cuánto más si fuéremos a Keila contra el ejército de los filisteos?”
Es fácil que Dios me proteja de mis enemigos, lo difícil es que me proteja de mí mismo. Dios ha puesto dentro de ti la capacidad de multiplicarte y crecer; el enemigo siempre mira tu crecimiento y esto lo asusta.
Cuando Dios nos dice algo o nos pide que hagamos algo, la fe para creerlo o hacerlo viene con la Palabra de Dios. Satanás sabe cuán peligrosos seremos con un corazón lleno de fe, así que nos ataca con sus mentiras.
Manéjate con la primera palabra que Dios te da no con la segunda:
“Entonces David volvió a consultar a Dios. Y Dios le respondió y dijo: Levántate, desciende a Keila, pues yo entregaré en tus manos a los filisteos”.
Nuestro Dios es condescendiente con nosotros, y él no tiene ningún problema en reafirmarnos y darnos nuevamente “el empujón” que necesitamos. Sin embargo nosotros perdimos un montón de oportunidades durante ese lapso de tiempo, es que escuchamos TODAS LAS VOCES MENOS LA DE DIOS. ¿Cuántas veces te sucedieron cosas así? Le diste tantas vueltas al asunto que te perdiste de concretar un buen negocio, una linda amistad, de tener una relación afectiva con alguien, porque le preguntaste a la gente incorrecta, y ellos te condujeron al lugar equivocado.
SIEMPRE MUÉVETE POR LA PRIMERA PALABRA QUE VIENE DE DIOS
Cuando alguien te dice: “no lo vas a lograr”, tú le dices: “esa es la segunda palabra”; porque la primera me la dijo Papá: “te bendeciré y serás de bendición,” y yo no me muevo por la segunda, me muevo por la primera palabra que Dios me dio. Y Dios me dijo: “que el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida”.
Hay que matar las excusas y pasar a otro nivel
“David peleó contra los filisteos, se llevó sus ganados, y les causó una derrota; y libró a los de Keila”.
Nunca pierdas el tiempo peleando por cualquier cosa, pelea por algo que te va a dejar algo para ti y tu familia, pelea por tus proyectos, por tus sueños, pelea con la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios, para sacarle vendas a la gente y librarlos de su cautividad.
TIENES QUE APRENDER A USAR LA ESPADA PORQUE ES DE DOBLE FILO, ES CERTERA, UN GOLPE CON ESA ESPADA NUNCA FALLA.
No la uses para discutir sobre doctrina, el Señor no nos mandó a eso, porque eso siempre trae división entre la gente. La usamos porque ella nos dejará un botín muy valioso.
¿Qué pasa cuando declaramos fe y la montaña no se mueve? Porque a veces Dios nos deja la montaña para que la escalemos, Jesús un día dijo: “Si es posible pase de mí esta copa”, pero al final subió al monte del Calvario. Por esa fe que él tuvo, ahora nosotros podemos escalar cualquier montaña, ¡por eso siempre declarémonos en victoria!
Autora: Silvia Truffa
Escrito para www.destellodesugloria.org