“Críamelo y Yo te lo pagaré”
En el año 1999 estaba estudiando la Palabra de Dios en un Instituto Bíblico, y cursando una materia llamada “Libros Históricos” recibí una revelación de Dios. Esa palabra está en el libro de Los Jueces 2:10 y dice lo siguiente:
“y toda aquella generación fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Dios, ni la obra que él había hecho por su pueblo”:
LOS PADRES YA NO LES TRANSMITÍAN A SUS HIJOS NADA ACERCA DE DIOS. Ese día entendí que Dios me estaba pidiendo algo específico, que colaborara con él en la formación espiritual de mis hijos, entonces hice un compromiso con Él.
¿Quieres colaborar con él y preparar a tus hijos para que cumplan con el propósito para el cual nacieron?, entonces toma en cuenta esto:
-dedícales tiempo, abrázalos, diles que los amas, ellos tienen que escuchar de tus labios esas palabras. Cuéntales historias bíblicas, juega con ellos. Ayúdales con las tareas de la escuela. Dedícale tiempo a la oración, intercede por ellos siempre, lee la Palabra, aprende a amarla.
“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalas a tus manos como un signo; llévalas en tu frente como una marca; escríbelas en los postes de tu casa y en los portones de tus ciudades”.
Quizás eres una mamá soltera, o separada, o viuda y tienes que trabajar fuera de tu casa. Con mayor razón tienes que clamar a Dios para que te acomode toda la situación, cosa que puedas estar el tiempo necesario con tus hijos en tu casa, ellos te necesitan.
Cuando son pequeños, es el momento para formar sus mentes e inclinarles la voluntad hacia Dios, ellos aprenderán todo lo que les enseñes y amarán a Dios, tanto como tú los ames.
El libro de Éxodo capítulo 2, narra la historia de una mamá que era esclava en el país de Egipto, y que acababa de tener un bebé, se llamaba Jocabed. Por aquel entonces el Faraón había dictado un decreto diciendo que todo hijo varón del pueblo de Israel, debía morir. Entonces ella lo escondió por un tiempo, y luego lo acomodó en una canasta y lo puso en el río; le puso papiro a la canasta porque este es alergénico de los cocodrilos. Su hermana María, lo iba mirando mientras se alejaba y también lo fue siguiendo hasta donde llegó. Justo en ese río, la princesa hija del Faraón se estaba bañando, y cuando vio la canasta la mandó a recoger. Ella cuando vio al niño dijo que era un bebé hermoso: PORQUE NACIMOS CON LA HERMOSURA DE DIOS.
Entonces María, se acercó y le sugirió a la princesa buscar una nodriza de entre las hebreas para que lo cuide y ella estuvo de acuerdo. Cuando llegó Jocabed, la princesa le dijo: “críamelo y yo te lo pagaré”, la cuestión es que el bebé volvió a las manos de su mamá y hasta se le pagó para que lo crie.
¡EL QUE SOLTÓ EL EDICTO PARA DESTRUIRTE TE TERMINARÁ PAGANDO!
La hija de Faraón jamás imaginó, que ese niño, sería el que pondría fin al dominio de Egipto sobre el pueblo de Israel.
Una madre que vence al miedo engendra hijos valientes
Hebreos 11.23 “no temió el decreto del rey”.
Para criar bien a tus hijos tienes que vencer el miedo, Jocabed no temió las amenazas del rey. Cuando su hijo creció, dice la Escritura que él tampoco temió la ira del rey, porque llevaba en sus genes el poder de la fe. jocabed y su esposo pertenecían a la tribu que se dedicaban a adorar a Dios. ¡Y donde hay dos adoradores, allí se desata el poder de Dios!
Un hijo criado por una mamá de convicciones firmes, cumple el propósito para el cual fue creado
El liberó al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto. O sea ayudó al pueblo a cambiar su mentalidad, de tener una mentalidad de esclavo a tener una mentalidad de vencedor.
¿Sabes por qué el diablo lucha contra nosotras? porque sabe que tenemos una tarea muy grande que tenemos que cumplir, y ¿cuál es esa tarea? preparar a nuestros hijos para que tengan una mentalidad como la de él. Porque ellos serán los encargados de liberar a los que estén bajo el yugo de la esclavitud del pecado.
Eres una colaboradora de Dios en esta gran empresa
Si ya tienes tus hijos grandes y recién empezaste a caminar con Dios; ejercita la fe, la fe es fruto del Espíritu Santo.
El Señor tiene el poder de transformar cualquier vida, aun cuando pareciera que “ya está todo perdido” el Señor es especialista en resolver “los casos perdidos”. Al Espíritu Santo le encanta ordenar todas las cosas que están desordenas, pues así lo hizo desde el principio.
Por eso si crees de todo corazón, entonces habrá cambios en la vida de tus hijos, pero ellos tienen que ver en ti a una mamá coherente, sensata, que vives lo que predicas. Ora cada día por ellos, “Dios está atento a tus oraciones”, pídele que te de sabiduría para hablarles, valídalos, cree en ellos, hazlos sentir que son personas importantes para ti, tienes que verlos restaurados, bendecidos, y libres de todo mal.
Jocabed tuvo fe para poner en el río a su hijo, creyendo que Dios lo iba a cuidar y un milagro se iba a desatar sobre él. Y su hijo Moisés cuando fue ya grande, por la fe extendió su mano sobre el Mar Rojo y éste se abrió, y todo un pueblo paso caminando por él, dirigiéndose hacia el destino que Dios les había preparado, el de la verdadera libertad.
Autora: Silvia Truffa
Escrito para www.destellodesugloria.org