Temas y Devocionales Cristianos

Autoexclusión

Autoexclusión

La autoexclusión puede definirse como el aislamiento voluntario de una persona, debido a diferentes motivos. Suele suceder muchas veces dentro de la iglesia, en nuestro círculo social, o también en la familia.

Hay que personas que por sí mismas deciden apartarse de algunas amistades, o de la familia; aclarando que no siempre es porque la otra persona la haga sentir mal o la humille, simplemente por cuestión de culpabilidad y de  autoestima.

Casi a diario tengo la oportunidad de conocer, casos de personas que están en los caminos de Dios, y que ellas mismas se discriminan. Teniendo pensamientos  de que no son dignos de estar en la casa de Dios, o excusas de que le han fallado tanto, que no quiere dar la cara ante ninguna circunstancia. Estas personas, siempre tienen pena, temores o miedos; Pero lo más relevante es que no buscan por cambiar esa mentalidad y siguen cometiendo los mismos errores, por los cuales se avergüenza. El enemigo se las pasa señalándolas y acusándolas, que llegan a sentirse tan desanimados y tiene una mala  imagen de sí mismo, que de pronto las demás personas no la tienen.

La mayoría de las personas que conozco, que atraviesan por esta situación, tienen varios años de estar en los caminos de Dios, obviamente esto no significa de que sean perfectos, pero sí de que conocen la palabra y saben lo que está bien o mal delante de los ojos de Dios; ahora, también cabe la posibilidad de que en ese tiempo, aun no hayan dejado, que Dios en realidad trabaje y cambie su vida, pues algunos llevan luchando años por las mismas cosas, entonces vuelven y fallan en lo mismo.

 Podemos o no darnos cuenta, si alguna persona de la congregación está pasando por esa circunstancia, y lo asombroso es que tú, no puedes saber absolutamente nada de las luchas y pecados de las otras personas y puede que sigas con la misma actitud agradable y amable, pero no recibes lo mismo por parte de ella.

Son personas que saben que le están fallando a Dios de cualquier forma y piensan que los vamos a juzgar,  y prefieren quedarse callados en vez de buscar ayuda y consejo. Por lo tanto, optan por no dar la cara, para no ser confrontados con amor por medio de la palabra y por lo cual se aíslan, se alejan de la iglesia, se van de los grupos celulares etc.

Es más, algunos de ellos ya saben que es lo que la otra persona le va a aconsejar y aun así prefieren vivir alimentando sus propios pensamientos y deseos, quieren vivir bajo su voluntad. El enemigo los ataca fuertemente, haciéndoles creer que está actuando bien y todo el mundo conspira en su contra.

A decir verdad este tipo de situaciones me entristece mucho, ver como hay personas que no se dejan ayudar por los demás, no se dejan guiar, pero también hay casos en donde la persona busca ayuda y desafortunadamente no la encuentra, lo que hacen es juzgarla.

Somos hermanos en Cristo y estamos para cooperar los unos a los otros, debemos tener un corazón verdaderamente transformado, para saber dar una palabra de aliento a quien la necesite. Luchar contra viento y marea, evitar que esa persona se sienta excluida, salir a buscar esas ovejas que se salen del redil, ese es nuestro trabajo: no es solamente que asistan multitudes en la iglesia, sino que se mantengan.

Hoy te invito a que si conoces a alguien, que tal vez a cambiado su actitud contigo, y ya no tiene el mismo interés por la iglesia, ves que se ha alejado un poco, búscala,  ten por seguro que por alguna situación debe estar pasando, y lo que necesita es un abrazo, un consuelo, aunque no lo quiera aceptar y no se sienta digno de merecerlo.

Por el contrario si eres tú, el que está pasando por esa situación, si te estás autoexcluyendo, te invito a que te levantes, Dios está contigo, el hoy me dio estas palabras para ti, porque te ama.

¨El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados¨ Miqueas 7:19 (Reina-Valera 1960)

Autora: Jessica Terán

Escrito para: www.destellodesugloria.org