Orden divino
Llamo a estos momentos “ciclos” porque creo que coinciden también con otras cosas, cambios personales, familiares, espirituales, laborales, sociales, etc. En fin, suele darse que un cambio nunca viene solo y trae solapadamente una serie más que aporta a que las cosas se vayan viendo más claras, o bien, más confusas. Lo bueno de todo esto, es que al hablar de “ciclos” tenemos la oportunidad de cambiar rumbos y repuntar hacia una dirección más favorable.
Para aquellos que somos especialistas en organizarlo todo, incluso nuestros tiempos de descanso, resulta tremendamente frustrante estar en medio de un ciclo en donde el desorden nos aparece en varias áreas de la vida; la sensación de disconformidad no es para nada agradable, mucho menos la de falta de control. Estoy segura que algunos de los que leen ésto mueven la cabeza afirmativamente, ya sea porque lo experimentan en carne propia, o porque conocen a alguien con estas características (¡somos muchos más de los que piensan!). Este desorden suele ocurrir cuando nos alejamos del plan original.
Mientras escribo, no puedo evitar recordar una experiencia reciente que vivió mi hermana. Fue la madrina de bodas de una amiga y durante el trayecto a la iglesia el fotógrafo que se encargaría de inmortalizar el día canceló, vestida de blanco y en dirección a “dar el sí”, la novia y mi hermana tuvieron que comenzar a conseguir a alguien más. Ese no era el plan original, y como no lo era, produjo desorden y caos.
Hay alguien que trazó para ti y para mí y plan divino. En la cruz, hace más de dos mil años hizo público este plan: vida eterna. Esta vida eterna no implica sólo el que sabemos que aún después de la muerte tendremos vida, implica que en vida tendremos vida ¿se entiende?. Dios nos ha prometido una vida abundante, no sólo en lo material, sino también abundante en paz, en esperanza, en amor, en libertad, en salud y en todo lo bueno que tu mente alcance a imaginar.
Dios trazó un plan para ti que es distinto al mío y que nos llevará a un camino de gloria. Lo que muchas veces ocurre es que con nuestras decisiones nos alejamos de ese plan y llega el desorden y el caos a nuestra vida, nos damos cuenta que avanzamos en distintas direcciones pero sin un norte o una meta clara o específica, nos desorientamos. Si me preguntas a mí, no quiero que esto me vuelva a pasar porque hoy miro con otros ojos el plan de Dios para mí, también veo lo que he “perdido” o lo que ha salido de mi vida por no entender este plan a tiempo, pero sé que es Él quien nunca dejará vacíos o puntos inconclusos en nuestras vidas, no es su estilo.
Si hay un anhelo profundo en mi corazón para este 2013 es que Dios establezca Su orden divino en mi vida, en la de mi familia, en la de mis seres queridos. Que el Espíritu Santo haga Su trabajo de tal manera en mí, que “internamente” todo sea orden y armonía, porque cada paso que voy a dar me acerca al propósito que Él trazó para mí, me acerca a Su plan maestro.
Si tú también quieres que Dios extienda Su mano en tu vida para aplicar Su orden divino te pido que repitas esta breve oración:
“Señor, estoy seguro/a de que Tú tienes un plan para mí y para mi vida, te pido perdón si las decisiones que he tomado en el pasado, o que estoy tomando ahora, me han alejado de él y han traído caos a mi vida. Ya no quiero vivir así.
Te pido, desde lo más profundo de mi corazón, que el orden divino llegue a mi vida, a mi familia y a mis seres queridos, pero que sobretodo, que lo pueda experimentar yo para compartir lo que Tú has hecho en mi vida con otras personas que tal vez también lo necesiten.
Te doy gracias, porque sé que cuando te permito HACER las cosas, Tú siempre las haces mejor de lo que yo podría esperar.
Recibo tu orden divino en cada área de mi vida y te pido me des fuerza y sabiduría para no alejarme del plan perfecto que tienes para mí.
En el nombre de Jesús,
Amén”
Autora: Poly Toro
Escrito para www.destellodesugloria.org